El secretariado de las antiguas FARC, las víctimas y sus familiares tuvieron el último encuentro en audiencia pública, antes de iniciar las audiencias territoriales que permitirán ahondar en la búsqueda de la verdad con los excombatientes que se encuentran en estas regiones.
En el segundo día de la audiencia, el pasado 22 de junio, el secretariado de las FARC compareció frente a los magistrados y las víctimas que fueron tomados como rehenes con fines territoriales.
En esa sesión tanto civiles como agentes del estado tuvieron la posibilidad de estar frente a los dirigentes de las antiguas FARC, quienes aceptaron su culpabilidad y responsabilidad, y cada uno de “los más de 21 mil casos por los que han sido acusados de secuestro, desaparición forzada, detención ilegal y asesinatos de personas”, indicó Julieta Lemaitre, Magistrada de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Así, tras una larga jornada, los familiares cuestionaron el proceder de este grupo al margen de la ley, el maltrato, la vulneración de los derechos humanos y las agresiones sexuales hacia los rehenes (campesinos o agentes pertenecientes del estado) como una forma de control territorial.
Último día audiencias en Bogotá
En el último día de comparecencia, el 23 de junio, estuvieron las víctimas y las familias de aquellos que fueron asesinados, desaparecidos o retenidos, en un intento por mantener el control social y territorial de las zonas donde se encontraban los frentes, bloques o compañías de las antiguas FARC. Además como una manera de aleccionar a aquellos habitantes y foráneos sobre quién tenía el mando en aquellos lugares y las consecuencias que tenía desobedecer las órdenes de este grupo.
Uno de los miles de casos que el secretariado debe enfrentar es el del estudiante Alexander Bayona quien cursaba el pregrado de ingeniería ambiental en la Universidad Nacional. Él junto a su amigo, que todavía está desaparecido, viajaron a Palmira, Valle en el año 2000.
En su intervención el padre del estudiante, Vladimiro Bayona le dijo al ex comandante Pablo Catatumbo, quien comandaba la Columna Móvil Alirio Torres de las FARC para el momento del hecho. “Mi presencia acá es con un solo fin: es poder sellar mi duelo. Tengo aquí a mi esposa sufriendo y a mis otros dos hijos les da temor salir a disfrutar lo bonito que es Colombia”.
Y agregó “Yo sé que usted sabe dónde está enterrado mi hijo. No es más, sino que haga un esfuerzo”, solicitó Bayona a Catatumbo. “No quiero enterarme de los momentos previos a ese vil asesinato, pero lo que sí necesito es que nos ayude a encontrarlos”, le dijo. “Sabemos bien que usted puede realizar indagaciones a través de excombatientes… Déjeme ir de este mundo sabiendo dónde enterré a mi hijo”. Y le advirtió a Catatumbo que no podrá perdonarlo hasta que no le ayude a encontrar a su hijo.
En respuesta a la exigencia de Vladimiro Bayona, Pablo Catatumbo le indicó que la orden de secuestro y posterior asesinato nunca salió de su mando; sin embargo, él se hace responsable de la desaparición de ambos jóvenes y el asesinato de uno de ellos. Por ello se comprometió en buscar a los guerrilleros que hicieron parte de la Columna Móvil para ubicar el cadáver de Alexander Bayona.
También estuvieron en la mesa algunos de los familiares de los policías desaparecidos en medio la lucha del control territorial en el país. Ellos pidieron al secretariado saber qué pasó con sus familiares, cómo fallecieron, dónde están sus restos, por qué se los llevaron, cómo fueron sus vidas en cautiverio… Estas son solo algunas de las preguntas que los familiares exigieron al secretariado de las antiguas FARC que sean contestadas.
El secretariado asumió y pidió perdón
Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko en las filas de las FARC, pidió perdón por los secuestros, torturas y otros crímenes a los que sometieron a personas humildes del campo, para controlar sus zonas de influencia, que los llevó a “ ver enemigos donde no los había” dijo el Londoño.
Además, reconoció que los hechos de violencia sexual, torturas y malos tratos a secuestrados no fueron una política de la organización, pero aceptó que sí sucedieron: “no fue una política de la organización, pero sin duda fueron crímenes”. Y agregó que los trabajos forzados que les impusieron a los secuestrados o las largas caminatas a las que los sometieron hasta su lugar de cautiverio también afectaron su salud. “Nos duele el dolor que causamos, al imponer un manto de incertidumbre sobre la vida de los secuestrados”, indicó Londoño, al finalizar su intervención.
Audiencias territoriales
Tras tres días de encuentros en los que el secretariado de las antiguas FARC compadeció frente a las víctimas y sus familiares, los magistrados y algunos de los comparecientes viajarán a las distintas regiones del país en los que se escucharán a los demás excombatientes, víctimas y demás personas que puedan aportar información sobre los hechos ocurridos durante el conflicto armado colombiano entre la guerrilla mencionada y el estado.
También se espera que los declarantes den pistas sobre el lugar donde están los desaparecidos o restos de las personas de quienes se sabe o se presumen fallecieron en cautiverio o fueron asesinados.
Finalmente, el antiguo secretariado y aquellos que hicieron parte de las filas armadas ilegales deberán pedir perdón y reconocer en esas zonas nos solo los casos que han sido tratados en la audiencia, sino el reclutamiento forzado de menores de edad, el secuestro de comunidades enteras, el desplazamiento forzado y la destrucción de comunidades humildes y vulnerables que no fueron protegidas por el estado.