Más de cincuenta activistas procedentes de diferentes territorios del Estado y vinculados a diversas organizaciones antimilitaristas, ecologistas, feministas, sindicales y en defensa del clima han realizado una acción directa noviolenta en la Escuela de Guerra del Ejército de Madrid.
Los colectivos que han participado son: Desarma Madrid (Ecologistas en Acción, Yayoflautas, BDS Madrid, Alternativas No Violentas, Asamblea Antimilitarista de Madrid) y la organización estatal Alternativa Antimilitarista-MOC, con activistas de otros territorios (País Vasco, Canarias, Alicante…).
Con esta acción reclaman que «se debe apostar por una reducción hasta su eliminación del gasto militar, por el desarme, la prohibición de las armas nucleares y por desarrollar un concepto de defensa que promueva la seguridad humana y medioambiental y que ponga en el centro la vida».
Agentes de la Policía Nacional han expulsado a la prensa del lugar de la acción y han detenido a 28 activistas.
Vestidas con babis escolares, y por medio de pintadas, pancartas y canciones como «Al pasar la barca», han reclamado la conversión de la Escuela de Guerra en una Escuela de Paz, denunciado los asesinatos cometidos el viernes 24 en la frontera de Melilla y exigido la salida de los señores de la guerra de Madrid, una ciudad que debería ser de paz y se va a convertir en la punta de lanza del militarismo 360º de la OTAN.
Esta acción se enmarca en el contexto de las movilizaciones que se vienen realizando desde hace varios días en contra de la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid. Y de las acciones de desobediencia civil de más larga trayectoria para denunciar el militarismo y la guerra: tanto la que desde hace meses se desarrolla en territorio ucraniano -y que tanto sufrimiento está generando, sufrimiento al que el Gobierno del Reino de España, con su envío de armas, está contribuyendo- como la más larga en la frontera sur y en la que son asesinadas miles de personas cada año, afirman las participantes.
Las activistas denuncian la cumbre que se inicia mañana y en la que esta organización militar pergeñará su nuevo concepto estratégico. Esta estrategia supondrá, como ya han anunciado gobiernos como el de Pedro Sánchez, un fuerte incremento del gasto militar con la escalada de la tensión internacional y de los conflictos asociados a ella que esto traerá.
En su lugar, reclaman los colectivos antimilitaristas, se debe apostar por una reducción hasta su eliminación del gasto militar, por el desarme, la prohibición de las armas nucleares y por desarrollar un concepto de defensa que promueva la seguridad humana y medioambiental y que ponga en el centro la vida. El aumento hasta un dos por ciento del presupuesto del Ministerio de Defensa va a suponer una detracción de fondos de otras partidas fundamentales como son sanidad, educación, lucha contra la crisis climática, etc.
Han comenzado con la música de “Al pasar la barca”, escuchándose frente a la Escuela de Guerra en Madrid:
“Al llegar la OTAN
me dijo el banquero
que todas las guerras
dan mucho dinero.
Yo no quiero OTAN
ni a la OTAN ver,
la vida en el centro
queremos poner”.
«La guerra empieza aquí, parémosla aquí» – han gritado como colofón.