Ha terminado la breve visita de Nina Lakhani a Italia para presentar su importante libro traducido al italiano «¿Quién mató a Berta Cáceres? Represas, escuadrones de la muerte y la batalla de una defensora indígena por el planeta».
Nina Lakhani, inglesa, empezó a trabajar como enfermera con personas que tienen problemas de salud mental. Después se hizo periodista y se instaló durante unos años en Centroamérica como corresponsal de The Guardian. Durante ese tiempo tuvo oportunidad de entrevistar a una brillante activista hondureña: Berta Cáceres. Berta estaba amenazada desde hace tiempo, sabía que podían matarla, iba de casa en casa, pero no dejaba su país, su gente. Unos meses más tarde, Nina recibe el mismo mensaje desde distintos ámbitos: «Han matado a Berta Cáceres». A las pocas semanas llegó a Honduras y empieza a buscar información, a hacer entrevistas. El impacto surgió con una entrevista a un jovencísimo ex soldado hondureño que había dejado el batallón especial en el que estaba, y que contaba cómo había visto, en su momento, una lista de personas que eliminar: entre ellas estaba Berta Cáceres, y en la misma lista aparecía el nombre de un viejo activista de su zona, con una X al lado, lo que significaba que ya había sido eliminado.
El artículo, dice Nina, causó un gran revuelo. Ella misma fue atacada frontalmente por el gobierno y la embajada de Estados Unidos. Pero, dice, «como soy tan testaruda, seguí adelante, y no excluyo que fuera un incentivo más para escribir el libro». Siguió todo el juicio, como única corresponsal extranjera en el tribunal, y continuó la reconstrucción de la vida de Berta. Pero paralelamente a la historia de Berta surgió la de Honduras, un país atormentado donde la violencia es altísima, donde luchar por la justicia, los derechos y la protección del territorio es extremadamente peligroso. Berta lo sabía. Su reconocimiento internacional y su fama no fueron suficientes para salvarla. Nina dice: «Cuando me enteré de la muerte de Berta, pensé: ¡pueden matar a cualquiera en Honduras!»
Nina publicó valientemente este libro en inglés, atormentada por las amenazas de sanciones y multas del banco hondureño que financiaba el proyecto hidroeléctrico contra el que luchaba Berta. Ella se resistió. Ahora el libro se ha traducido al italiano (gracias a la pequeña y entusiasta editorial CAPOVOLTE) y al español. Nina pudo finalmente presentarlo en carne y hueso en 4 encuentros en Italia, el más significativo de los cuales es probablemente el de Val di Susa, en el presidio de San Didero, donde conocen muy bien lo que son las amenazas y la criminalización de la defensa de un territorio.
Nina se siente parte de un río cósmico que continúa la acción de Berta. Creemos que es importante leer y difundir este libro, para que ejemplos como el de Berta Cáceres se multipliquen y su lucha y muerte no sean en vano.
Unas líneas del epílogo del libro:
«Berta Cáceres significó muchas cosas para mucha gente. Fue una líder indígena, una política radical, una defensora de los derechos humanos de base, que se negó a rendirse al orden mundial patriarcal neoliberal. Era inteligente, amable, divertida, provocadora y una rara líder que sabía escuchar, negociar y unir a la gente. Murió demasiado joven, con sólo cuarenta y cuatro años, en un momento en el que los pueblos indígenas y los recursos naturales del planeta están siendo fuertemente atacados por la codicia y el consumo insostenibles. La carrera para salvar el planeta está en marcha, pero se necesitan cambios radicales y el tiempo se acaba. Su muerte fue un crimen contra su familia, su organización COPINH, el pueblo lenca, la sociedad hondureña y la humanidad».