Es muy triste constatar que la pandemia de covid-19 ha provocado –al menos- el fallecimiento, a la fecha (18 de mayo) de 57.754 compatriotas. Constituye una tragedia para sus víctimas, familiares, amigos y para todo nuestro país. Y ha llegado la hora de poder evaluar –dada sus condiciones de pandemia- cuánto ha afectado comparativamente a Chile; y tomando en cuenta que junto con los demás países del hemisferio sur fuimos parte de los últimos afectados, por lo que nuestras autoridades pudieron haber adoptado medidas preventivas mayores.
Desgraciadamente, en esa comparación quedamos muy mal parados. Chile ha sido –dentro de los 192 países del mundo con más de cien mil habitantes- la nación que ocupa el lugar 18° en términos de víctimas fatales en relación a su población (2.973 personas por millón), de acuerdo al sistema mundial de medición de Worldometer. Magnitud que nos coloca ¡en el primer lugar! considerando TODA Africa, Asia, Europa occidental y Oceanía. Nos “superan” 14 países de Europa oriental y 3 de América: Perú, Brasil y Estados Unidos, en ese mismo orden. Y de todo el hemisferio sur, sólo dos: Perú y Brasil.
Además, hemos quedado muy cerca de Brasil (3.089) y de Estados Unidos (3.070), cuyos gobiernos fueron con justarazón duramente criticados a nivel mundial por el manifiesto desprecio a la pandemia exteriorizados por sus presidentes Bolsonaro y Trump, respectivamente. Nosotros, sin despreciarla públicamente, lo hemos hecho casi tan mal como ellos… Y para darnos más cuenta de nuestros desastrosos resultados podríamos comparar el número de fallecidos que habríamos tenido de acuerdo a la población de Estados Unidos. Ellos, con la primera cifra absolutaa nivel mundial, han sufrido poco más de un millón de muertes (1.027.298). En su lugar, Chile tendría un poco menos de un millón (994.839). Y, desde otra perspectiva comparativa, constatamos que Chile ¡ha tenido 3,68 veces víctimas más que el promedio mundial! que es de 807,4 personas por millón de habitantes.
Evidentemente que el principal responsable de estos resultados fue el gobierno de Piñera que tuvo que lidiar hasta hasta hace muy poco con la pandemia. Y la pregunta surge sola: ¿Qué habría pasado si al menos dicho gobierno no hubiese efectuado una pronta adquisición y administración de vacunas, así como de ventiladoresmecánicos? Mejor ni siquiera pensar en ello. Esto desnuda cuan malas fueron las demás políticas generales adoptadas por aquél, como oportuna pero infructuosamente se lo representaron la Asociación Chilena de Municipalidades y el ColegioMédico.
En ello cumplieron un rol destacado sus presidentes Germán Codina e IzkiaSiches, respectivamente; y el secretario generaldel Colegio, José Miguel Bernucci.
Desgraciadamente, tampoco la oposición política cumplió un papel de crítica constructiva. Y menos lo hicieron los grandes medios de comunicación que se limitaron a hacerse eco de verdaderas campañas de desinformación del Gobierno, limitándose a realzar las variables en que se podían mostrar éxitos comparativos, ocultando las numerosas en que se estaba muy mal, y resaltando los indicadores de otros países en que también se estaba muy mal.
Excepciones fueron Mónica González y Alejandra Matus que con fundamentadas críticas lograron incluso, en ocasiones, algunas enmiendas gubernamentales.
Incluso líderes de la oposición como Alejandra Krauss y Francisco Vidal llegaron a defender en TV la continuidad del entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, pocos días antes que Piñera finalmente lo removiese. Y, posteriormente, varios diputados de la ex Concertación impidieron que se aprobase una acusación constitucional contra el ya entonces ex ministro Mañalich por su controvertida gestión. Asimismo, en ese momento Ricardo Lagos salió públicamente a defenderlo.
En fin, esperemos que el gobierno de Boric enmiende tan malas políticas ahora que se anuncia que una nueva ola de la pandemia –afortunadamente menos mortífera, según la experiencia del hemisferio norte- afectará a nuestro país. Y, al contrario del gobierno anterior, tome realmente en cuenta a las autoridades locales que están en estrecho contacto con la población; al Colegio Médico; y a los científicos y médicos epidemiólogos.