Ante tanto desastre medioambiental que se avecina, crisis económicas, guerras sin sentido, políticos belicosos criminalizando las críticas que salen fuera de los llamados estamentos oficiales…, se necesita un cambio radical en el sistema mundial, un cambio que cada vez va siendo más difícil conseguir, pues las multinacionales, los bancos mundiales ya manejan las políticas planetarias y se han hecho dueños de la esperanza humana.
Existen muchas ideas que podrían cambiar para siempre el caminar de la humanidad. Ideas prácticas, no utópicas, que pueden ponerse en marcha si hubiera un consenso mundial para hacerlo. Pero… ¿hemos llegado tarde? Lo que impera en todos los países del planeta es la ambición, el poder, la avaricia, la competencia desleal, la traición, y todo ello, acompañado de una violación de los derechos humanos que rompe la dignidad de la especie.
Lo estamos viendo todos los días y muchas veces en nuestra propia carne. Todo ello debe tener un límite. No podemos seguir con la extracción infinita de los recursos naturales que nos ofrece la Tierra. Es por lógica. Destruimos, recogemos, utilizamos, tiramos, pero no reconstruimos el ciclo de la vida y eso pasará factura más bien pronto que tarde.
Proyecto Venus es una organización que propone un plan factible para un cambio social, en la que dentro de sus objetivos es trabajar para llegar a una civilización global pacífica y sostenible, donde los derechos humanos no sean meras declaraciones que no se cumplen, sino una forma de vida global. La filosofía de este Proyecto, es dirigir nuestra tecnología y recursos hacía lo positivo, para el máximo beneficio de la gente y del planeta, buscando nuevas formas de vivir y no utilizar nuestra ciencia tecnológica a acciones destructivas.
Jacque Fresco y Roxanne Meadows, fundaron el Proyecto Venus. Jacques, fallecido el 18 de mayo de 2017, trabajó como diseñador industrial en los últimos treinta años, diseñando todo tipo de cosas desde casas prefabricadas hasta automóviles, equipamiento médico, dispositivos electrónicos, sistemas ergonómicos y cientos de otros productos e invenciones comercialmente viables. Diseñó y patentó una estructura de alas para aeronaves y un sistema tridimensional de cine que no requiere el uso de lentes especiales. Roxanne, es una ilustradora técnica, arquitecta, creadora de modelos y científica. Desde 1985 ha trabajado en modelos y diseños para mejorar el desarrollo arquitectónico.
El nombre de Venus, es por el lugar donde está ubicada la sede de esta organización, en Venus – Florida de Estados Unidos. Allí mantienen hay una casa prototipo del futuro y donde poseen todos los diseños necesarios para un mundo técnico sostenible.
En los estudios e informes que han realizado con técnicos y especialistas, no se dejan nada al azar, desde la educación hasta el modo de vida de los futuros ciudadanos, todos con derecho a una vivienda. Un rediseño de una cultura, en el cual, los actuales problemas como las guerras, la pobreza, el hambre, la deuda, la degradación ambiental y el sufrimiento humano innecesario no se vean sólo como evitables, sino como completamente inaceptables.
Una de las premisas importantes de este Proyecto humano, es que todos los recursos de la Tierra sean patrimonio de toda la población mundial, abogando por una transición de una sociedad monetaria a la realización final de una economía global basada en recursos. Además se propone un sistema social en el cual la automatización y la tecnología se integrarían totalmente de forma inteligente a un diseño social donde la función primaria sería la maximización de la calidad de vida, en lugar del lucro.
Para que todo este proceso se pudiera llevar a cabo, en primer lugar tendría que ser una decisión mundial de todos los países que estaría dividida en cuatro fases. La primera que está en proceso, es la construcción de un centro de investigación de 8,7 hectáreas en Venus (Florida – EE.UU) para presentar las propuestas del Proyecto Venus. Ya se han creado videos, panfletos y libros para ayudar a concienciar sobre este proyecto y sus variadas propuestas. En la fase dos se incluye la producción de un largometraje que describiría como funcionaría un mundo que adoptase las propuestas. El film da una visión positiva de una sociedad pacífica en la cual todos los seres humanos componen una familia global en el planeta Tierra. La Fase tres sería la construcción de una ciudad según los diseños y propuestas del proyecto Venus. Sería una ciudad experimental de investigación. Los anteproyectos para la mayoría de las tecnologías y edificios iniciales ya están sobre planos y solo haría falta la inversión necesaria para construirla en toda su magnitud y de esa forma comprobar si este sistema podría funcionar a nivel global. En esta fase existe una relación de objetivos como por ejemplo: Recuperar y restaurar el medio ambiente al máximo; rediseñar las ciudades, los sistemas de transporte, las industrias agrícolas y las plantas industriales para que sean energéticamente eficientes, limpias y capaces de servir a las necesidades de todas las personas; compartir y aplicar nuevas tecnologías para el beneficio de todos. La cuarta fase estaría incluida casas inteligentes y eficientes para todas las personas y otros innumerables avances que pueden mejorar la calidad de vida de las personas en un periodo de tiempo muy breve.
Sus promotores y las personas científicas que se han uniendo a este proyecto, aseguran que no es ni utópico ni orvelliano, ni refleja los sueños idealistas poco prácticos. En cambio, presenta metas alcanzables que requieren sólo de la aplicación inteligente de lo que ya conocemos y está en nuestra mano de gestionar. Las únicas limitaciones dicen, son aquellas que nos imponemos a nosotros mismos.
Merece la pena conocer el Proyecto Venus, saber que está ahí, que se puede realizar si hubiera voluntad. Se pueden visualizar numerosas fotografías de cómo serían las ciudades circulares, el complejo cibernético donde se controlaría las condiciones del clima a nivel mundial, las corrientes del océano, inventarios de los recursos, condiciones agrícolas. Como sería una ciudad universitaria. Rascacielos de gran altura preparados para resistir cualquier evento natural. Los centros de dialogo, los puentes, los trenes Mag-Lev con sistemas de transportación masiva y energía magnética. Los automóviles, las aeronaves del futuro y sus terminales aéreas. Canales y vías fluviales automatizadas, casas individuales de descanso, estaciones espaciales… todo un diseño futurista pero viable si todas las naciones quisieran cambiar el sistema actual que solo arrastra pobreza, guerras, violaciones de los derechos humanos, corrupciones y muchos otros males como la contaminación química y del aire en la que actualmente estamos todos sometidos. Naciones Unidas ya ha advertido que el 99% de la población mundial respiramos aire contaminado, debido a las industrias, los fitosanitarios y herbicidas, los residuos industriales, las incineradoras y un largo etcétera del cual estamos siendo envenenados por nuestro propio sistema.
Si Proyecto Venus es posible hoy como aseguran sus creadores y seguidores, entonces nos están robando nuestro futuro y el futuro de las generaciones futuras. Sin embargo, nadie hace nada para levantar un mundo mejor, para asegurar la felicidad de la humanidad. El poder económico mancilla nuestras vidas, nos esclavizan, nos hunden y nos hacen más pobres a pesar de tener cada vez más una tecnología avanzada que podría resolver los problemas sociales de la sociedad.
Es importante que el mundo conozca una alternativa posible y que si no se hace, es porque nuestras vidas están secuestradas. Por ello comparto cuatro informes, cuatro libros que nos adentra en este mundo alternativo. Que cada cual al leerlo compruebe por sí mismo lo que engloba este Proyecto y los beneficios que podrían traer a todo el mundo. Imaginemos que estamos ya en ese otro mundo. Adentrémonos a esta ciudad futura que podría ser realidad.
Aquí puede estar la esperanza de nuestro mundo: “Proyecto Venus”. “Mirando hacia adelante”. “Diseñando el futuro” y “Lo mejor que el dinero no puede comprar: Más allá de la Política, la Pobreza y la Guerra”.
¿Tanto costaría construir una ciudad piloto para comprobar los grandes beneficios que nos reportarían? ¿No se gastan cientos de miles de millones de euros en armas?
Alternativas tenemos, sólo hace falta que dejemos de estar encerrados en la burbuja del poder económico donde nos han hecho cautivos y hacen de nuestras vidas y bienes lo que ellos quieren, a su gusto y beneficio, sin importarles el sufrimiento de los ciudadanos. Proyecto Venus podría ser la llave de nuestro futuro, la esperanza y la liberación de un mundo abierto de verdadera libertad y respeto.