Esta entrevista fue realizada por Amy Goodman en Democracy Now! el 24 de febrero pasado. Aunque la información sobre la guerra en Ucrania se renueva diariamente, nos parece de interés reproducir las opiniones de Yanis Varoufakis, coincidentes con muchas otras voces que desde todo el mundo reclaman similares soluciones para la paz.
Amy Goodman: —Esto es Democracy Now! Soy Amy Goodman. Continuamos con nuestra cobertura de la invasión rusa de Ucrania. Para hablar sobre lo que esto significa para el continente europeo, nos acompaña desde Grecia Yanis Varoufakis, miembro del Parlamento griego y exministro de Finanzas de Grecia. Su libro más reciente se titula “Otro Ahora”. Es además fundador de la Internacional Progresista junto con el senador Bernie Sanders.
Yanis, bienvenido de nuevo a Democracy Now! ¿Cuál es su respuesta ante los sucesos que han acontecido en las últimas horas con esta invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia?
Yanis Varoufakis: —¿Qué puedo decir? Es un día oscuro y sombrío para el mundo, y para Europa en particular. La guerra regresó al continente al que la Unión Europea prometió que no volvería nunca más. Vladímir Putin es el único responsable de haber dado este paso. Pero al mismo tiempo, la OTAN debe ser condenada por crear las circunstancias que han propiciado la incursión de Putin en Ucrania. Tenemos que parar esta guerra de inmediato. Y tenemos que trabajar muy duro para detener cualquier escalada de la OTAN. Tiene que haber solidaridad internacional para garantizar que el pueblo de Ucrania viva en paz, no bajo las botas de ningún ejército, y para que la OTAN detenga su expansión en Europa, especialmente en Europa del Este, algo que debemos recordar que George Bush padre le prometió a Mijaíl Gorbachov.
—¿Cuál debería ser la respuesta de la Unión Europea? La UE prometió sanciones sin precedentes durante una cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que las sanciones afectarán a sectores estratégicos de la economía rusa mediante el bloqueo del acceso a las tecnologías y los mercados que son clave para el país y que, de ser aprobadas, “debilitarán la base económica rusa” y “su capacidad de modernización”. La funcionaria añadió: “Congelaremos los activos rusos en la Unión Europea y detendremos el acceso de los bancos rusos a los mercados financieros europeos”. ¿Qué opina al respecto?
—Amy, créame que a Putin no le están temblando las piernas al escuchar todo esto. Quisiera prolongar mi respuesta diciendo que la Unión Europea es el mayor perdedor en esta situación, aparte, por supuesto, del pueblo de Ucrania, que está sufriendo las adversidades de la guerra. La Unión Europea está desacreditada, ha fracasado por completo en su misión, de mantener nuestro flanco oriental libre de guerra. Lo que ha ocurrido es que, esencialmente, se adoptó el lenguaje de la OTAN, como si la Unión Europea fuera simplemente una extremidad de la OTAN. Y también hay muchísima hipocresía. Usted mencionó las amenazas de sanciones severas, que es lo mismo que intentar detener un tanque con cerbatanas de juguete, ya que la única sanción que podría funcionar la única sanción que Putin teme, es acabar con las compras de gas natural a Gazprom. Mientras hablamos, el gasoducto Nord Stream 1 está alimentando la maquinaría industrial alemana proporcionando el 40% de su energía proveniente del gas natural. No van a decir nada de eso, porque esa es una sanción que no están preparados para imponer. Así que lo que estamos viendo es esta combinación de atrofia diplomática e hipocresía.
—¿Qué pasa con la posibilidad de que esta escalada acabe en una guerra nuclear? Hemos visto la siniestra amenaza del presidente Putin, quien supervisa el mayor arsenal nuclear del mundo, que afirmó en su discurso: “Nadie debe tener dudas de que un ataque directo contra nuestro país conducirá a la destrucción y tendrá horribles consecuencias para cualquier agresor potencial”. En Ucrania hay grandes centrales nucleares. Ya conocemos lo que pasó en Chernóbil cuando Ucrania era parte de la Unión Soviética. Ante la posibilidad de un ataque armado contra una de estas centrales, o de que el personal no vaya a trabajar a causa del miedo, o de que haya un ciberataque directo, ¿cuáles serían las consecuencias? ¿Posiblemente otro Chernóbil? ¿Cómo afrontará esto el resto del mundo?
—Cuando la bestia de la guerra es liberada de su guarida, todo tipo de catástrofes son posibles. No creo que Putin o Estados Unidos estén planeando ir tan lejos, pero nunca se sabe. Esa es la gran incertidumbre que se desata cuando aviones de combate empiezan a volar de manera amenazante sobre la población europea y sobre los pueblos de todo el mundo. La prioridad número uno ahora es que haya una diplomacia seria que ponga fin a este caos y le dé a Putin algo que pueda presentar ante el pueblo ruso como una victoria. Eso es algo que no tendría ningún costo para nadie en el mundo, y se podría dar mediante una declaración por parte de la OTAN y de EE.UU. de que Ucrania no será miembro de la OTAN, a cambio de la retirada de las tropas por parte de Vladimir Putin, a cambio de que Putin se detenga, que cese todas las hostilidades y retire todas las tropas de suelo ucraniano. Creo que esas serían, potencialmente, las bases para un acuerdo de paz que beneficiaría a toda la humanidad, no sólo a los ucranianos. Ambas partes deben dar un paso atrás. Claro que el paso más importante lo debe dar Putin, pero Estados Unidos, y estoy mencionando a Estados Unidos porque la Unión Europea es inexistente, o se ha vuelto inexistente debido a sus acciones. EE.UU. tiene que lograr un acuerdo que implique una especie de neutralidad para Ucrania. Estados Unidos nunca va a enviar tropas a Ucrania, nunca evitará que Putin pisotee los derechos y la vida de los ucranianos. EE.UU. debería al menos reconocer eso y hacerlo parte del proceso de negociación mediante el cual el pueblo ucraniano será liberado de las tropas rusas.
—Quiero preguntarle sobre el papel de la ONU, pero antes veamos un fragmento del discurso de su secretario general, António Guterres, ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Nueva York.
Antonio Guterres: Este es el momento más triste de mi mandato como secretario general de las Naciones Unidas. Inicié esta reunión del Consejo de Seguridad con un mensaje para el presidente Putin en el que le dije, desde el fondo de mi corazón: “Impida que sus tropas ataquen Ucrania. Dé una oportunidad a la paz. Ya ha muerto demasiada gente”. Mientras avanzaba la reunión, el presidente Putin anunció una “operación militar especial” en la región de Donbás y le pidió a los soldados ucranianos que depusieran sus armas. Así que en las circunstancias actuales, debo cambiar mi llamamiento. Y debo decir, presidente Putin, en nombre de la humanidad, ordene a sus tropas que regresen a Rusia. En nombre de la humanidad, no permita que comience en Europa lo que podría ser la peor guerra desde principios de siglo. Es claro para mí que esta guerra no tiene sentido. Viola los principios de la Carta [de la ONU], y causa, o causará, si no se detiene, un nivel de sufrimiento no visto en Europa desde al menos la crisis de los Balcanes.
Ese era el secretario general António Guterres, hablando ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en una reunión de emergencia que se convocó al tiempo que Rusia iniciaba la invasión de Ucrania. Yanis Varoufakis, ¿qué opina sobre esos comentarios? ¿Cree que la ONU tiene más poder que una Unión Europea inexistente, como usted la ha descrito?
—Me temo que no. António Guterres dio un discurso conmovedor, un buen discurso. Pero mencionó la Carta de las Naciones Unidas y la necesidad de respetarla. Bueno, no hay duda de que Putin no la está respetando. Y debemos hacer todo lo posible para asegurarnos de que la respete o pague las consecuencias por no respetarla. Pero al mismo tiempo, no olvidemos el pasado. Usted y yo tenemos la edad suficiente para recordar cómo la Carta de la ONU fue absolutamente quebrantada, convertida en un trozo de papel sin valor alguno por George W. Bush cuando invadió Irak sin ningún tipo de permiso o sin un debido proceso que involucrara a la ONU. Incluso antes de eso, en 1999, la OTAN bombardeó Yugoslavia, y el Gobierno de Clinton hizo caso omiso a las Naciones Unidas, ignoró a la ONU, lo que la convirtió en un organismo inoperante. Las Naciones Unidas están bien como idea. El internacionalismo es el único camino a seguir. Pero me temo que António Guterres es como un cacique en una carpa vacía.
—Estoy leyendo un tuit de un reportero que dice: “Se están realizando protestas individuales contra la guerra en ciudades de toda Rusia. No es mucho, pero las personas son arrestadas casi de inmediato, a menudo al salir de sus casas, ya que los policías saben cuándo esperarlas. Aquí está Sofya Rusova, copresidenta del Sindicato de Periodistas de Rusia”. Otro tuit dice: “Un puñado de manifestantes contra la guerra se ha reunido frente a la embajada de Ucrania en Moscú …y los han arrestado”. ¿Qué hay de la población en Rusia? ¿Quién se beneficia de esto y quién pierde? Es más, ¿no se fortalecerían [los más ricos] con las sanciones? Si bien algunos de los multimillonarios de Rusia son el blanco de las sanciones, al verse aislado económicamente del resto del mundo el país tendrá que depender de los negocios de esos multimillonarios dentro de Rusia.
—Me alegra mucho que mencione el movimiento contra la guerra dentro de Rusia, porque nuestros mejores camaradas, nuestros mejores amigos y colaboradores en la consecución de la paz son los demócratas en Rusia, los demócratas en China, los demócratas en EE.UU., la gente común que es demócrata. No me estoy refiriendo al partido gobernante. Y siempre es importante que nos preguntemos, cada vez que hacemos algo o sugerimos algo o proponemos una política, ¿cómo afectará esto a los demócratas en Rusia? Mucho me temo que Occidente se está comportando como si tuviera el único propósito de fortalecer a Putin contra los demócratas en Rusia, porque cuando se rodea a Rusia con tropas de la OTAN y armas nucleares de la OTAN, se le están dando argumentos poderosos a Putin dentro de Rusia para seguir oprimiendo a los demócratas de su país. Esta guerra es el resultado, por un lado, del expansionismo de la OTAN y, por otro lado, por supuesto y de manera crucial, del gran júbilo con el que Putin aprovechó la oportunidad que EE.UU., la OTAN y Europa le dieron para que iniciara esta guerra y así poder fortalecer su autoridad, su autoridad cruel y brutal sobre la buena gente, los buenos demócratas, de Rusia.
—Muchísimas gracias, Yanis Varoufakis, por acompañarnos.
Video original de la entrevista en inglés