POEMA
Mujer cuidadora
Recupera tu poder
Recupera tu sapiencia
Recupera tu voz
Y transforma el mundo.
Deja de pensarte diminuta,
como la arena que se pierde en los remolinos.
Deja de sentirte como margarita,
entre los rosales que espinan.
Deja que tu conocimiento,
aniquile a la salud imperialista.
Alza la voz,
como cuando el corazón se agota,
y hay que empujarlo.
Mueve el cuidado,
desde donde está posicionado.
Despierta del país alienado,
y entra en las violetas que luchan por la paz.
Defiende al oprimido,
pero comienza por desoprimirte.
Crea ciencia,
pero desde la experiencia.
Reproduce conocimiento,
pero siempre que sea asiento de la historia,
de lo político,
de lo crítico,
de lo cultural
y desde los afectos.
Tu eres la que conoce al mundo,
porque tú eres, la que lo sostiene con el cuidado puro.
Tu eres la adrenalina del moribundo,
porque tus manos sanadoras lo exilian del mundo de las penumbras.
Tú eres el canto de la sirenas,
porque en la abogacía frenas cadenas.
Tu eres la que proteges,
porque con tu cuidado evitas que el pobre muera por el mercado del medicamento.
Tú eres la que trabaja desde la emoción,
porque el cuidado sentido se transforma en abolición.
Tú eres la que aborta al sistema,
porque ejerces rebeldía cuando liberas al enfermo.
Tú eres la masacre del capitalismo,
cuando das palabra en vez de tratamiento.
Mujer cuidadora,
si recuperas la voz,
recuperas al pueblo,
sí recuperas al pueblo,
recuperas la historia,
y si recuperas la historia,
devuelves la memoria.
Mujer cuidadora
Mujer enfermera
No deseches lo que llevas dentro
No te emancipes de la identidad que llevas en el centro
Sana desde los poderes que te regala el viento
Regala abrazos que corrompen universos
Ofrece simpatía que destroza conceptos
Manifiesta tu cuidado sin reproducir demagogias
Mujer cuidadora
Siente tu poder
Vive tu resistencia
Y transforma las olas
en melodías sanadoras.