Frente a la sede del ex Congreso Nacional, en Santiago, donde actualemente está sesionando la Convención Constitucional, tuvo lugar el día de ayer una manifestación convocada por la organización humanista «Mundo sin Guerras y sin Violencia», en la que participó -entre otros- el recientemente electo diputado Hernán Palma, además de los voceros Wilfredo Alfsen y Juan Gómez.
En el punto de prensa que sostuvieron, dieron a conocer su posición en relación al militarismo y su incidencia en la planificación y producción de guerras que no garantizan la paz y la seguridad en el mundo, sino que más bien las ponen en riesgo. Señalaron que «muchas veces los ejércitos atentan contra su propio pueblo como lo hemos visto en diferentes lugares del mundo, incluido Chile, apoyando golpes de Estado, y ejerciendo represión y tortura».
Manifestaron que «lo actual no es una lucha entre izquierdas y derechas, entre capitalismo y socialismo, sino entre humanismo y antihumanismo, en donde todo lo que posterga al ser humano en función de intereses económicos y geopolíticos es condenable».
Frente al conflicto de Ucrania, los voceros agregaron que «la amenaza de una guerra nuclear es algo realmente desastroso, pues de ocurrir sería el fin de la humanidad, ya que donde quiera que nos encontremos nos afectaría debido al invierno nuclear que destruiría la agricultura y la ganadería en todo el mundo».
Hicieron además un llamado a que los gobernantes se pongan a trabajar en conjunto para salvar el planeta, gravemente amenazado por el cambio climático y la pandemia, en vez de estar librando guerras que sólo aseguran la destrucción de la humanidad.
Posteriormente, la manifestación se dirigió a la Plaza de la Constitución, desde donde se leyó la siguiente declaración pública teniendo como telón de fondo el Palacio de la Moneda:
DECLARACIÓN
Somos la sección chilena de Mundo sin guerras y sin Violencia, organismo Internacional del Movimiento Humanista Universalista, y hemos decidido salir a la calle esta mañana para expresar nuestro más sentido repudio al conflicto que se ha desencadenado en Ucrania y que ya ha costado la vida a más de 200 personas, entre ellos al menos 15 niños.
Constatamos con horror que una vez más los gobernantes de este mundo no han sido capaces de lograr un acuerdo diplomático que resolviera el conflicto, o lo que es peor, lo han dejado surgir en función de intereses económicos o geoestratégicos, que ponen por encima del derecho internacional, principalmente el humanitario.
Ante esta realidad lamentable que enluta nuevamente el continente europeo, hacemos un llamado a la conciencia pública y a los gobernantes del mundo, incluído el gobierno chileno a que hagan presión internacional para que se logre a la brevedad:
· Un alto al fuego inmediato de las partes en conflicto
· El retiro de las tropas rusas de territorio ucraniano
· Las negociaciones diplomáticas urgentes a todos los niveles a fin de conseguir un arreglo satisfactorio a todas las diferencias.
· Evitar el envío de armas a la zona, que sólo agravan y alargan el conflicto con la consecuente pérdida de vidas humanas inocentes.
· Proteger a la población civil de los bombardeos terrestres y aéreos.
· Conseguir una evacuación rápida y expedita de los ciudadanos sin discriminaciones de origen étnico.
· Las sanciones sólo dañan al pueblo ruso inocente, no a sus gobernantes
Es urgente además que:
· Se retiren las armas nucleares de suelo europeo, incluídas las rusas.
· Retiro progresivo de las fuerzas militares del continente
· La adhesión de todos los países del mundo al Tratado de prohibición de las armas nucleares que conduzca a su eliminación definitiva.
Es indispensable que:
· Todos los gobernantes del mundo entiendan de una vez por todas que es necesario un nuevo estilo de relaciones internacionales basadas en la integración mutua y en el fomento de las confianzas como única forma de asegurar la seguridad y una paz duradera en todo el mundo, y del diálogo constructivo como forma de resolver los conflictos, que es la dinámica de la noviolencia activa.
· Entiendan además que todo el mundo debe trabajar mancomunadamente por mejorar la salud de nuestro planeta afectado duramente por el cambio climático, y no seguir con esta dinámica de amenazas y guerras por el poder y los recursos naturales que sólo conducen a la destrucción de la humanidad.
La no violencia es la única fuerza capaz de salvar a la humanidad de su degradación. El construir una cultura de la no violencia activa es la postura y la misión de Mundo sin Guerras y sin Violencia.
No hay camino para la Paz, la Paz es el camino.