Todos/as reconocemos la escalada de violencia que asola nuestro planeta. No es algo nuevo, la violencia estuvo siempre porque es constitutiva del sistema en que vivimos. En algunos momentos nos sacude con la espectacularidad de la guerra, pero antes de ese acontecimiento hubo muchas formas de violencia, que recién las advertimos cuando se produce el estallido.
¿Podremos cambiar la dirección de los acontecimientos que presagian calamidades humanas de dimensiones desconocidas?
Nunca el mundo estuvo en esa conexión que se siente hoy de sentimiento de comunidad global, originada por la vivencia de una crisis global, como lo es la Pandemia del Covid 19, y por la emergencia que suscita el vivir una eventual catástrofe planetaria, ya sea por el cambio climático, o bien por la posibilidad de una guerra nuclear. Las tres situaciones nos conectan con ese sentimiento global, que nos llama a la identidad y a la hermandad como civilización planetaria.
Este es el momento de despertar la conciencia global de la noviolencia activa y que todos los ciudadanos del mundo nos levantemos unidos en contra de las guerras, promovidas por las potencias nucleares y armamentistas.
Es necesaria la unión de millones de seres humanos de distintas lenguas, razas, creencias y culturas para encender la conciencia humana con la luz de la noviolencia.
La Asociación Mundo sin Guerras y sin Violencia, organismo del Movimiento Humanista, declara que:
Estamos en contra de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Pero también, estamos en contra de la violación de los derechos humanos de los rusoparlantes que viven en Ucrania, por parte del gobierno ucraniano.
De la misma forma, deploramos las invasiones o intervenciones militares que hoy mismo están sucediendo en Yemen y Palestina; y que en el pasado reciente han sido efectuadas en Afganistán y en Libia, entre otras, violando la Carta de las Naciones Unidas.
Los organismos o alianzas como la OTAN y la ONU, han perdido su función, ya que en lugar de prevenir las guerras incitan a la violencia con sus acciones o inacciones.
La OTAN debe disolverse, es una alianza puramente belicista. Surgió como contrapeso al Pacto de Varsovia, que se disolvió hace ya 25 años.
Las Naciones Unidas deberán ser refundadas, dando participación a la sociedad civil, democratizando el Consejo de Seguridad para transformarlo en un auténtico Consejo Mundial de Paz que actúe aplicando realmente la Carta de las Naciones Unidas, en procura de la mediación para la resolución de los 11 conflictos armados, con denominación de guerra, que actualmente se libran en el mundo.
Decimos:
- Que el diálogo y la comunicación directa, son el inicio de resolución de cualquier conflicto, personal, grupal o de pueblos enteros; que se traduce en el uso de las vías diplomáticas entre los países.
- NO a la invasión a Ucrania
- NO a la Provocación de la OTAN.
- NO a la violación de los Derechos Humanos por parte del gobierno de Ucrania a los rusoparlantes.
- NO a la estigmatización, a la rusofobia en el mundo y a los discursos de odio.
- NO a la violación a la libertad de expresión y a la manipulación de la información por parte de los medios de comunicación.
- NO a la guerra, extrema manifestación de la violencia física, como medio para resolver los conflictos.
- NO a la industria armamentista.
- NO a las distintas formas de violencia.
- Que es imprescindible el cumplimiento de los tratados de no agresión firmados entre los países.
Se debe iniciar una reducción progresiva y proporcional de las armas convencionales y el desmantelamiento de las bases militares extranjeras.
Es necesaria la eliminación total de las armas nucleares y la adhesión de todos los estados, al Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares (TPAN) que entrara en vigor en enero de 2021.
Construyamos un gran movimiento de la sociedad civil que abogue por el dialogo, la negociación, la noviolencia y la paz, en este nuevo mundo multipolar que emerge, y que esta manifestación global se convierta en el bloque de la sociedad civil por la paz.
Es necesaria la creación de una conciencia noviolenta mundial, como paso necesario hacia un mundo libre de violencia, no solamente en su expresión más cruel, las guerras, sino también libre de violencia económica, racial, religiosa, sexual, sicológica y moral.
«Es necesario la unión de todos los ciudadanos del mundo que aspiramos un nuevo mundo, para que juntos construyamos la Nación Humana Universal.» Silo.
Asociación Mundo sin Guerras y sin Violencia de Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala Honduras, Panamá y Perú.