La Covid-19 reveló la necesidad de aumentar la producción local de vacunas a nivel global, especialmente en países de ingresos bajos y medianos, expuso hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«El centro internacional de ARNm resulta un importante paso en esa dirección, al compartir tecnología y aprovechar la capacidad y la experiencia científica que ya existe en Sudáfrica”, afirmó el director general de la entidad, Tedros Adhanom.
En una visita a la instalación en construcción, junto a varios socios del sector público y privado colaboradores con la iniciativa, la autoridad aseguró que complementará esta actividad, al tiempo de ayudar aL resto de las naciones de África o aquellas de ingresos bajos y medianos.
Los centros globales actuarán como instalaciones de capacitación donde se establecerá la tecnología a escala industrial y se realizará el desarrollo clínico, explicó la OMS mediante un comunicado difundido aquí.
Estos brindan una oportunidad sin precedentes para el desarrollo de capacidades, mientras ponen al continente en el camino hacia la autosuficiencia, aseveró en el recorrido efectuado la directora regional de la OMS, Matshidiso Moeti.
La instalación permitirá una mejor protección contra brotes, controlar el coronavirus SARS-CoV-2 y elaborar nuevos inmunizantes, al acelerar la eliminación de enfermedades mortales como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la malaria y la tuberculosis, añadió.
“Estamos abriendo la puerta a una mejor salud y bienestar para nuestra gente”, remarcó la doctora nacida en botsuana, licenciada en la universidad de Londres, Reino Unido.
En el futuro, necesitamos compartir más licencias, transferencia de tecnología y conocimientos para que, en esta pandemia o en las por venir, podamos implementar biológicos de manera rápida y equitativa para toda la población, reflexionó la ministra de Cooperación de Bélgica, Meryame Kitir.
Durante la mayor parte de 2021, el suministro planetario limitado de fármacos provocó enormes disparidades en el acceso a la vacuna antiCovid-19, lo cual dejó a miles de millones de personas, sin protección contra enfermedades graves y muertes por la pandemia.
Los bajos niveles de cobertura de los inmunizantes también proporcionaron las condiciones ideales para el desarrollo de nuevas variantes.
Si bien –a juicio de expertos- la oferta ahora aumentó, el acceso a nuevas formulaciones de fármacos contra el coronavirus, adaptados específicamente a nuevas variantes, probablemente también será desigual porque la capacidad de fabricación sigue concentrada solo por un pequeño puñado de empresas y naciones.