Por Marcelo Castillo Duvauchelle*
Este grupo nostálgico por los años de reinado de la Concertación, dice: “Llamar a la reflexión en el debate constitucional”, como si en Chile no se hubiese hecho reflexión, particularmente desde el 18 de octubre 2019 en adelante … Por supuesto que ha habido reflexión en el plano colectivo y personal. Un proceso que nos ha llevado a movilizarnos, organizarnos, que nos ha puesto tantas veces en la calles, marchando junto a miles para repudiar y cambiar ese orden neoliberal que los amarillos llaman “lo bueno”. Prueba de ello es que la derecha se retira de La Moneda (enhorabuena) y tenemos hoy un proceso constituyente en marcha, con sus defectos, su letra chica, pero al menos se está escribiendo una nueva Constitución que permitirá liberarnos de los candados de la constitución ilegítima del dictador. Ah, en cuanto a la composición del Congreso, queda claro que no ha sido suficiente, falta aún más reflexión, deliberación, participación, organización, levantamiento de propuestas y sobre todo, falta más acción social transformadora.
Ellos mañosamente asocian los ideales de justicia social y profundización de la democracia, con comunismo o añoranza por la izquierda de los 60s. Yo y mucha/os, anhelamos un país justo, con democracia real, sin ser comunista ni tener aspiración alguna de que se trasladen políticas del pasado al momento actual. El mundo de hoy es muy diferente, es otro pueblo, con otras necesidades y sensibilidades que por cierto, no son propiedad de ningún sector o color en particular, pues son transversales y son de espíritu comunitario. Soy humanista y lo que me inspira es un ideario que ponga, no al dinero, sino al ser humano como valor central, que haga retroceder los escandalosos niveles de desigualdad. Me inspira un proyecto de sociedad no violenta donde el poder esté repartido, me inspiran imágenes de un futuro querido.
Si llegamos a la instancia de discutir el sistema político, la estructura del Estado, la propiedad y distribución de la riqueza, la asimetría de género en los aparatos de poder, el modelo mercantil de educación, las pensiones miserables y estafa de las AFPs, que lo del agua no es sequía, sino saqueo, la injusticia anidada en el sistema judicial y le sigue un gran etc., si llegamos a esta toma de conciencia, no es cosa de reaccionarios o improvisadores, es porque ha habido reflexión acompañada además de sentido común.
El grupo amarillo dice: “Es posible hacer las cosas bien hechas” … ¿Para quién?
Para los defensores de ese modelo de sociedad heredado de Pinochet, que ha hecho de Chile un paraíso para los grupos económicos dueños del país, para las transnacionales que roban nuestras riquezas naturales no renovables, para los banqueros, para los gerentes de las AFPs, Isapres, del TAG, de cadenas de farmacias, tiendas, supermercados, de las empresas pesqueras y forestales, del transporte y otros. Queda claro, bien hechas para ellos. Señores amarillos, no sean pillos.
Dicen: “Conseguir los cambios necesarios sin destruir lo bueno, apostar por un futuro mejor sin pensar que se parte de cero” … díganle eso a:
Familias que están endeudadas por un montón de años para que un hijo o hija estudie una carrera en la universidad o por el sólo hecho de firmar un crédito hipotecario que duplica el valor real de la vivienda.
Familias que viven en zonas de sacrificio, las que han sido precarizadas por negación de algo tan básico como el agua.
Familias que han perdido uno de sus miembros por falta de atención de salud oportuna o por incapacidad de pagar un tratamiento.
Familias que sufren la partida de sus hijos a las grandes urbes, pues sus territorios permanecen en su endémico abandono del gobierno central.
Bueno, podríamos seguir mencionando ejemplos de vulneración de derechos a las personas y a las familias, pero creo que ya se está entendiendo de dónde viene este apéndice de la derecha, cuáles son sus intereses, cuál es su modelo de hombre y de sociedad, su amarilla concepción de modernidad y hacia dónde nos quieren seguir llevando.
El punto es que HAY QUE CONSTRUIR EL CHILE NUEVO, QUE SEA BUENO PARA TODAS Y TODOS. No es utopía, es posible, pero cabe recordar que no son tiempos para “tomar palco” y dejar este gigante desafío en manos del gobierno que llega o de la Convención Constitucional, tal construcción multicolor es tarea de todas y todos las/los que habitamos este rincón del planeta.
*Profesor, Humanista, Miembro del Movimiento por la Refundación Gremial y Pedagógica. Co-Fundador de Diálogo Educativo Latinoamericano
Referencia:
Nota diario electrónico Bío Bío Chile, disponible en: https://www.biobiochile.cl/biobiotv/programas/radiograma-biobiotv/2022/02/21/amarillos-por-chile-llaman-a-la-reflexion-en-el-debate-constitucional-no-es-necesario-partir-de-0.shtml