¿Dónde ondean las banderas de la paz? ¿Dónde están las movilizaciones ciudadanas en contra de la guerra? Hoy más nunca, los ciudadanos europeos necesitamos decir a los políticos que sus políticas son nefastas, que no pueden implicar a Europa a una guerra sin sentido donde nadie saldrá ganador y todos perderemos. Estamos ante una crisis que no se veía desde las guerras mundiales y los políticos siguen con sus juegos histéricos, mientras que cañones y misiles están a punto de abrir fuego. ¿Dónde está el movimiento de No a la guerra? ¿Acaso la pandemia nos ha quitado el orgullo y la dignidad de llevar banderas de paz en nuestros corazones?
Basta un error, un incidente aislado, un exaltado, para que entremos en una confrontación bélica de consecuencias impredecibles. La propia OTAN esta advirtiendo que la guerra es inminente, Rusia que nadie ganará, Estados Unidos enviando tropas, parece que los líderes políticos incluidos los españoles, desean que entremos en guerra. ¿Cómo es posible que nadie se mueva? Estos dos años de pandemia donde los derechos del ciudadano han sido restringidos, donde el miedo de los unos a los otros se ha extendido como la pólvora, no somos capaces ahora de levantarnos con nuestra ira y gritar a los políticos que abandonen la política exterior amenazante y que salgan a la calle junto con el pueblo para pedir cordura, para pedir paz y que la historia no se repita por tercera vez. ¿Dónde están las banderas blancas en nuestros balcones? Hemos dejado de ser una sociedad objetiva para convertirnos en simples marionetas de la información. Y no lo debemos de permitir. Lo que está ocurriendo es demasiado serio para que todos estuviéramos saliendo a la calle, que con la fuerza no se consigue nada, solo sangre y muerte.
Estoy apenado y sorprendido. Europa se la está jugando… ¿A quién le interesa? ¿Qué clase de geopolítica está en la mente de los que abogan por el conflicto armado? Me da miedo que solo los señores de la guerra tengan el poder de nuevo en sus manos para lanzar a la sociedad al odio y el exterminio. ¿Qué respuesta estamos dando los europeos? ¿Para qué sirven los eurodiputados sino para parar de forma contundente los aires de guerra? ¿Por qué España antes con Aznar y ahora con Sánchez, rápidamente apoyan con hombres y armamento los conflictos bélicos? El pertenecer a la OTAN no te obliga a que tengas que intervenir y, sin embargo, España siempre es la primera en hacerlo. Señor González… ¿Dónde está el No a la Guerra que su partido salió a las calles cuando Aznar nos llevó a ella? ¿Dónde está la militancia socialista, de Podemos, de la izquierda… que no responde y no sale a la calle para exigir que se pare esta locura?
Es ahora y no cuando estalle, cuando debemos de movilizarnos, de mostrar nuestra repugnancia a unos líderes europeos que no son capaces de llegar a acuerdos y solo saben esconderse tras los tanques como verdaderos cobardes. Les pagamos precisamente para que sean capaces de resolver los problemas. Pero son inútiles y lo están demostrando en este conflicto, cuando no son capaces de llegar a ningún acuerdo. Lo demuestran en muchos otros aspectos como en la lucha contra el cambio climático y en otras cuestiones de la pandemia y el cierre por parte de la Fiscalia, de las miles de denuncias por muerte y abandono en las residencias. Una tras otra. Y mientras, la sociedad soportando las subidas de los alimentos, de la gasolina, de la electricidad, y las multinacionales con grandes ganancias y beneficios.
Los tambores de guerra suenan en los oídos de Europa. Pero parece que no pasa nada, que no va con nosotros, que lo vemos muy alejado, que si la lían, no llegará la sangre al río. ¿Y si llega?.
¿Dónde está el 15 M? ¿Dónde está la Iglesia? ¿Dónde la militancia de Podemos? ¿Acaso por ser socios del Gobierno vais a ser cómplices de esta guerra inútil? ¿Dónde está la cordura? ¿Es así como ha avanzado el hombre y su dignidad? ¿Con la fuerza y la guerra? ¿Para eso se mantienen a los ejércitos?
Tenemos que desempolvar nuestras pancartas de «No a la guerra». Pisar las calles de nuestra ciudad con las manos levantadas pintadas de blanco. Debemos gritar con nuestro silencio unidos todas y todos en la paz. Debemos pedir a nuestros políticos que retiren de inmediato de la zona de conflicto a las fuerzas españolas. Si no hay un rechazo masivo en las calles…entonces…. ¿Que nos queda? Llorar de impotencia.
Hemos retrocedido en exigencias a quienes supuestamente intentan dirigir los destinos de nuestra nación. Nos cuesta pedir nuestros derechos. Nos han tapado la boca y callamos por respuesta ante la inutilidad de los dirigentes europeos.
“No a la guerra”, debería ser el eslogan de los voceros televisivos y de los programas de entretenimiento que tanta fuerza se les va por la boca atacando otras cuestiones vanas. Se escuchan gritos de guerra, tambores de sangre y trompetas que marchan sobre cadáveres inertes sin esperanza. Hemos perdido el sentido de la vida, la unión entre hermanos, la coherencia de un hombre en decadencia.
Nadie se mueve. Todos callan y esperan… manos blancas alzadas al viento, lágrimas de sangre vertidas en silencio que se esconden detrás de los cañones, armas cobardes preparadas para matar, única forma que tiene la humanidad de resolver la verdad.