Una vez más el Perú se encuentra al borde del abismo. El presidente del Perú, Pedro Castillo Terrones, renovará una vez más el gabinete ministerial y, pierde por sus indecisiones, a dos importantes figuras que abonaron al diálogo y la transformación de fondo que todos los peruanos hemos exigido y esperado por años. El único que pierde es el país.
Luego de la entrevista realizada por CNN en la que el presidente Castillo quedó mal parado, vino el carga montón mediático y esto al parecer, solo generó mayor inseguridad en un presidente que hasta el momento no comprende que la historia le ha brindado una única y excepcional oportunidad: ser presidente del Perú y tener el poder de realizar los cambios que demandamos más de 30 millones de peruanos.
La salida de la hoy ex premier, Mirtha Vásquez, y del ex ministro del Interior, Avelino Guillén, deja a medias importantes reformas emprendidas por el Estado; a pesar de tener un Congreso de la República opositor a ultranza, que le pone candado a todo lo que implique cambio de sistema.
Quedan a medias, la gestión de los conflictos socioambientales y los acuerdos con los pueblos indígenas y campesinos, los que se lograron mediante el diálogo y sin represión; acuerdos que habían generado confianza más que expectativas y en la que la ex premier tuvo una destacada labor, demostrando una eficiencia que ni los ministros del sector la tuvieron.
Quedan a medias, la cobranza a deudas eternas impagas, la política de descentralización, el ordenamiento territorial, la negociación colectiva de los trabajadores, la masificación del gas.
Quedan a medias, la segunda reforma agraria y la declaratoria de emergencia climática, postergada por décadas y, que se había logrado con el presente gabinete.
Quedan a medias, la tardía pero hoy importante gestión del Estado y la demanda internacional a la empresa Repsol, por el desastre ecológico ocasionado por el derrame de más de 6 mil galones de petróleo en el mar peruano.
Quedan a medias, la reforma educativa policial, que buscaba capacitar mejores cuadros en el sector, para la defensa de la ciudadanía, la lucha sanitaria contra el Covid19, entre otras medidas.
Y los peruanos, nuevamente vemos con estupor e indignación, que tras la renuncia de los ex ministros muchos salen a reclamar “su cuota de poder”… ¿cuál es su agenda?
Y los cambios… ¿qué nos traerán? ¿El presidente cuenta con mejores cuadros políticos? ¿Ha comprendido que el país necesita de estabilidad política y que esta se consigue generando confianza interna y externa? ¿Los nuevos representantes asegurarán la lucha anticorrupción?
Los peruanos esperamos que no se retroceda en el camino avanzado, y que el cambio ministerial solo nos traiga mejores representantes, que estén a la altura de la demanda histórica.
Fuente foto: Expreso.