Los trabajadores textiles volvieron hoy a las calles para reclamar un salario de mil 500 gourdes diarios (menos de 15 dólares), pese a la represión policial de las últimas jornadas de protesta.
“Mil 500 gourdes, mil 500 gourdes”, coreaban los manifestantes en el bulevar Industria y la calle Jean Gilles, mientras recordaban que desde 2019 los salarios no aumentan a pesar de que los precios de los productos básicos se dispararon en los últimos años, y especialmente tras el aumento del costo de los combustibles en diciembre anterior.
Esta es cuarta jornada de protesta de los empleados de la Sociedad Nacional de Parques Industriales, que amenazan con extender las movilizaciones y paralizar las fábricas hasta que sean escuchadas sus demandas.
Las manifestaciones anteriores fueron reprimidas por la Policía que empleó gases lacrimógenos y disparos al aire para frustrar la larga movilización.
Algunos sindicalistas denunciaron que las fuerzas del orden utilizaron munición real para dispersar a los inconformes, que también levantaron barricadas y bloquearon arterias como la ruta del aeropuerto Toussaint Louverture.
El Gobierno prometió que esta semana publicaría el decreto con ajustes salariales, y medios de prensa indican que los sueldos podrían fijarse en mil gourdes diarios (poco menos de 10 dólares).
Líderes sindicales anunciaron que no aceptarán menos de mil 500, mientras denuncian el alto costo de la vida, y señalan que las fábricas para las cuales trabajan producen prendas libres de impuestos para marcas como Gap, Old Navy, H&M, JC Penney y Zara, que luego son vendidas por minoristas de Estados Unidos y Canadá.
Las protestas tienen lugar en medio de una crisis política, económica y de seguridad que vive el país, y mientras cerca del 45 por ciento de los ciudadanos vive en el umbral de la pobreza.
Estas cifras se dispararon tras el terremoto ocurrido el 14 de agosto que causó más de dos mil 200 muertes, y dejó a casi un millón de personas con necesidad de asistencia humanitaria.