El cuerpo celeste alcanzará su mayor elongación, es decir, la máxima distancia del Sol en la cúpula del cielo terrestre.
Esta semana se presenta una gran oportunidad para observar Mercurio, el planeta más pequeño y más cercano al Sol, pero también el más elusivo de nuestro sistema porque se puede distinguir solo en el crepúsculo y en ciertas ocasiones del año.
Este 7 de enero a las 11:00 UTC el planeta alcanza su mayor elongación, es decir, la máxima distancia del Sol en la cúpula del cielo terrestre, cuando estará a 19,2 grados de la principal estrella de nuestro sistema y brillará con una magnitud de -0,6, según precisa el portal EarthSky. En ese momento relucirá más que Saturno que flota por encima de él, pero no más que Júpiter, ubicado incluso más arriba.
«[Mercurio] No es tan perceptible porque normalmente lo vemos en un cielo crepuscular, donde compite con el brillo del atardecer o del amanecer. También suele estar detrás de árboles, edificios, colinas y otros obstáculos cerca del horizonte occidental», explican desde el medio.
En el caso de no lograr contemplar el pequeño planeta este viernes, permanecerá visible durante unos días después. En ese período, Mercurio y Saturno se acercarán el uno al otro, aunque no habrá una conjunción, el fenómeno en el que dos objetos en el espacio se hallan en la misma longitud celeste. Sin embargo, se aproximarán al horizonte del atardecer a medida que el planeta más pequeño se desvanezca.
Según las estimaciones, Mercurio desaparecerá de nuevo de la vista del ojo humano a mediados de enero.