Por : Doris Balvín (*)
Ante el desastre ecológico que viene contaminando las costas del mar peruano, diversos colectivos de ciudadanos se vienen manifestando a nivel nacional, denunciando la lenta e insuficiente acción de parte de la empresa Repsol, encargada de la Refinería La Pampilla, en cuyo frente se suscitó el derrame de petróleo de 6 mil galones. Los ciudadanos exigen celeridad y eficiencia a Repsol, así como la intervención del gobierno peruano y las instituciones encargadas del cuidado del medio ambiente, para evitar una mayor extensión del crudo.
Foto: Camila BC @la.marbrava
¡Repsol limpia tu desastre! ¡Repsol hazte cargo! ¡Repsol fuera del Perú!
Demandan en las calles organizaciones de sociedad civil, en gran parte colectivos juveniles, liderados por Viernes por el Futuro que vienen movilizándose exigiendo a la empresa y al Estado acción inmediata frente al derrame de más de 6,000 barriles de petróleo crudo frente a las costas de la Refinería La Pampilla, desastre que ocurriera el 15 de enero.
Foto: Camila BC @la.marbrava
Más de 160 colectivos de la sociedad civil organizados vienen convocando movilizaciones para exigir que la empresa cumpla con limpiar la zona impactada y responda por esta negligencia.
Estos colectivos el día domingo 23 convocaron a una marcha en el distrito de Ventanilla donde se encuentra ubicada la Refinería La Pampilla.
Foto: Camila BC @la.marbrava
Esta total negligencia de la empresa, ha dejado a su paso hambre, contaminación, temor y muerte. Los pescadores artesanales denuncian que ellos y todas las actividades vinculadas a la pesca artesanal se encuentran afectadas y cientos de familias hoy no pueden trabajar, mientras que la contaminación en el mar avanza cada día. Igualmente denuncian que se estarían viendo afectados en su salud por los gases tóxicos que estarían emanando del mar y exigen la presencia del Ministerio de Salud para que tome las acciones convenientes. Los lugareños de la costa norte, por su parte mencionan que la marea negra sigue extendiéndose con dirección norte.
Foto: María Chirinos
Los impactos colaterales de este desastre ambiental son incalculables. Los pescadores de la costa sur denuncian que ellos también se están viendo afectados pues el consumo de pescado ha bajado enormemente, dado el temor de las familias a consumirlo. Los pescadores artesanales dependen de la flora y fauna marina pues es su único sustento; el bienestar de las especies marinas es su bienestar, por lo que demandan que Repsol reconozca su responsabilidad y brinde atención temprana a la fauna marina, y pague por los daños causados; y al Estado, que las entidades especializadas calculen la dimensión de los daños causados y que el gobierno cumpla su rol de fiscalización.
Foto: Camila BC @la.marbrava
Desde Pasamayo informan igualmente jóvenes voluntarios que la marea negra ya ha llegado hasta sus costas y exigen que el Estado tome las acciones convenientes para que se detengan los impactos de este desastre.
Foto: Wilson Martínez Belzu
De igual manera el día miércoles 26 desde las 4 p.m. grupos de colectivos juveniles y de organizaciones de la sociedad civil se hicieron presentes frente a las oficinas de Repsol exigiendo que la empresa limpie su desastre, indignados porque un segundo derrame de petróleo crudo tuvo lugar la noche del martes 25, igualmente frente a la Refinería La Pampilla en Lima.
Foto: Doris Balvin
Los colectivos se movilizaron seguidamente por las calles de la ciudad a la que se fueron sumando cada vez más personas indignadas por esta total negligencia empresarial.
Foto: María Chirinos
De igual manera los colectivos de voluntarios protestaron frente a los grifos de Repsol que encontraron en su camino, llamando a la ciudadanía al boicot contra Repsol. Otros grupos realizaron presentaciones artísticas alusivas a sus demandas.
Foto: Sandra Béjar Huaranja
Estos colectivos están haciendo esfuerzos por recoger la variedad de demandas ciudadanas en contra de la Empresa Repsol y analizando los mecanismos para el Estado se ponga a la altura de las circunstancias y cumpla con su rol fiscalizador.
Foto: Sandra Béjar Huaranja
Por su parte la Alianza Ecosocial, colocando las cosas en perspectiva, ya en la Carta abierta al presidente Castillo en julio del 2021, llamaba a dar paso a una inversión decidida en energías renovables que permitan superar la dependencia de combustibles fósiles con acciones como:
“1) Desistir de nuevos proyectos de exploración o explotación de hidrocarburos en la Amazonía o en el Mar Peruano; 2) Transformar PetroPerú en Energía Perú, para liderar la transición energética, diversificando su cartera de proyectos para la conversión progresiva hacia energías renovables; 3) Crear el Viceministerio de Energías Renovables en el MINEM.»
Esta fatal circunstancia que vive nuestro país sin lugar a dudas abre un debate importantísimo en un momento en el cual el mundo está virando rápidamente a las energías renovables no convencionales, y necesitamos reubicarnos en este nuevo contexto internacional. Quizás un desastre como el que estamos pasando nos lleve a una profunda reflexión sobre lo que toca hacer y a dar respuesta de cara al futuro para armonizar la relación ser humano – naturaleza y a valorar y atender lo primario, la vida humana y nuestra casa común.
(*) Abogada, Mg. en gestión Ambiental Urbana, activista en ecología social, es parte del Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización, Coordinadora de la Red de actividades más allá del Cambio Climático y colaboradora de Pressenza Internacional.