El presidente de Kazajistán ordena a los militares disparar sin previo aviso a los manifestantes mientras aumenta el número de muertos en las protestas.
El presidente autoritario de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev, ordenó a los militares reprimir las protestas generalizadas que se están llevando a cabo en el país y “disparar sin previo aviso” a los manifestantes. El presidente kasajo ha rechazado los llamamientos para mantener conversaciones con los manifestantes, a quienes llamó “criminales y asesinos”. Según el Ministerio del Interior de Kazajistán, 44 personas, incluidos 18 policías, han muerto durante actos violentos recientes. El presidente Tokayev también agradeció al presidente ruso, Vladimir Putin, por enviar tropas de apoyo. La mortal represión se produce en respuesta a lo que comenzó como manifestaciones contra el aumento de los precios del combustible y derivó en protestas antigubernamentales generalizadas. El jueves, un portavoz de la ONU pidió a las fuerzas de seguridad kasajas que respeten los derechos de los manifestantes.
Stéphane Dujarric: “Lo importante es que las fuerzas de seguridad, ya sean kazajas o no, deben respetar los mismos estándares de derechos humanos, que implican mostrar moderación y proteger los derechos de las personas a manifestarse pacíficamente”.