Señoras, compañeras y colegas
Mari mari
Michel Bachelet, Alta comisionada de ONU para los DD HH
Alicia Bárcena , CEPAL
María Noel Baeza, Directora Regional ONU Mujeres
María José Torres, ONU Chile
Convencionales Ingrid Villena, Alondra Carrillo, Gaspar Domínguez, Bárbara Sepúlveda
Compañeras de Bolivia , México, Nepal y Zimbabue
Quiero celebrar este evento -Seminario Internacional Igualdad de Género y Constitución-, la presencia de todas Uds. Les agradezco por la invitación
1. Para comenzar, es importante reconocer el trabajo del movimiento feminista y académicas e investigadoras feministas que han desarrollado no sólo la fuerza que tiene el posicionamiento de las temáticas de género en el país, sino además, las teorizaciones y conceptualizaciones que hoy tenemos a la mano para hablar sobre el tema, como: -la
violencia de género, – la discriminación de género, – temas de inclusión y diversidad. Como mujer de este país quiero manifestar mi orgullo y mi reconocimiento a todas las mujeres
que logramos instalar la PARIDAD el la Comisión Constitucional para escribir la primera constitución paritaria en el mundo.
2. El primer reglamento que yo recibí en mis manos al asumir la presidencia fue el reglamento feminista, eso simbólicamente no es menor. Gracias a los movimientos feministas, las
mujeres tienen derecho a voto, gracias a los movimientos feministas se ha avanzado en muchos países en el reconocimiento del derecho de las mujeres a decidir. Ninguno de los derechos que las mujeres hemos ganado, ha sido gratuito, ha sido conquistado por miles de mujeres usualmente en las calles, luchando por derechos que debieran ser garantizados desde nuestra Constitución y hasta el día de hoy los gobiernos tienen deudas con las mujeres. Existen brechas de representatividad entre hombres y mujeres, brechas salariales en todos los ámbitos del mundo laboral, por solo mencionar dos ejemplos. Un ejemplo. Hoy tenemos la ley sobre sanción y prevención del acoso y abuso sexual y discriminación de genero que se desarrolló al alero de la Red de Investigadoras. Esta permitirá a todas las instituciones de educación superior, incluyendo CFT, Institutos y universidades, la obligatoriedad de tener no solo protocolos sino además mecanismos de prevención de la violencia de género. Como mujer y docente, creo firmemente en la reeducación para aprender a vivir en una sociedad sin violencia.
3. Desde la Constitución, es importante que el principio de igualdad sustantiva, es altamente relevante que nuestra constitución considere el foco en la no – discriminación. La mayoría de las constituciones tienen cláusulas sobre igualdad entre hombres y mujeres, pero muy pocas tienen cláusulas de igualdad de género referidas a igualdad salarial, en la familia, en la vida social y pública, muchos menos constituciones tienen considerados el tema de derechos reproductivos y sexuales, y políticas de cuidado. Por lo tanto, el enfoque debe avanzar en mandatos generales para el reconocimiento de principios de participación, integración y paridad. Porque en la medida que determinadas personas como lo son las mujeres, sigan estando fuera de los órganos del Estado, o subepresentadas en diferentes espacios políticos, sus intereses también estarán subrepresentados. En este sentido la paridad reglamentaria para una participación efectiva es clave, sobretodo en organizaciones del Estado, y pensando en mujeres de diversos grupos. El feminismo interseccional, nos ha enseñado que NO todas las mujeres somos iguales, y preguntando de que manera mujeres indígenas, mujeres lesbianas, mujeres trans, mujeres migrantes, mujeres de clase trabajadora, usualmente están subrepresentadas en las
universidades, en los círculos de poder, en la política, etc.
Entonces si queremos que la paridad sea robusta, debemos conversar sobre género desde una mirada interseccional. La paridad es un mínimo, no un techo. La paridad nos invita a reconocer a todas las personas que históricamente han estado rezagadas a reconocerlas como un par.
4. Otro tema relevante es el derecho a vivir una vida libre de violencia. Este derecho es fundamental dado las cifras de violencia de género que tenemos en nuestro país donde principalmente se ven afectadas las mujeres, y personas con corporalidades que no responden a una masculinidad hegemónica o cuerpos disidentes. Allí, las conversaciones que
estamos instalando desde la Convención Constitucional han sido principalmente: 1. Respetar nuestros acuerdos internacionales, como el acuerdo de la Convención Belém Do Pará de 1994, para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer. La Constitución actual de Chile no consagra el derecho a una vida libre de violencia, especialmente para las mujeres. Y relacionado con lo anterior, por ello se hace fundamental que la constitución consagre el derecho a una educación antisexista. La Constitución actual de Chile consagra, en su Artículo 19, el derecho a la educación. Sin embargo, no garantiza el ejercicio de este derecho en igualdad de condiciones para mujeres y hombres y tampoco manifiesta los valores que deben orientarlo. La transversalización de la perspectiva de género en el sistema educativo, considerando la heterogeneidad de realidades, resulta fundamental para eliminar las múltiples discriminaciones que enfrentan las mujeres en este ámbito, cuyas consecuencias negativas se proyectan a lo largo del ciclo de vida.
5. Otro principio con perspectiva de genero que debiera tener la constitución es el principio de autonomía pero con el reconocimiento de las asimetrías de poder, como son la explotación, la marginación, la discriminación y la violencia.
Esto nos ayuda a entender que aun cuando en la constitución se declaren principios con perspectiva de género, si no se reconocen las asimetrías de poder, el RESULTADO en su
aplicación puede seguir siendo igualmente discriminatorio. Entre ellos el reconocimiento de la autonomía de las mujeres para decidir sobre sus propios cuerpos como un derecho
garantizado por el Estado. La convención ha dialogado con diversas agrupaciones e mujeres y feministas, con quienes hemos dialogado sobre la ausencia de los derechos sexuales y productivos en la constitución y con ello también en la legislación y la política.
6. Finalmente, y como mujer indígena desde el pensamiento interseccional, intercultural, desde las espitemologías del sur, llamo a todas las mujeres y movimientos feministas a hacernos
cargo de avanzar el nuestra lucha por nuestros derechos de cara a la madre tierra, para una mujer indígena como yo, la tierra es femenina, ella habita en nuestros cuerpos, es nuestra
madre, y a nosotras nos habitan los espíritus femeninos de la naturaleza, como espíritus del agua “chumpall, tuy malen», espíritu de los humedales, cascadas, montañas; y esto es
valioso porque si así lo asumimos nunca estaremos solas, avanzaremos con la fuerza de la madre tierra, la mapu ñuke.
Muchas gracias