“Y, por cierto, la gente de Prensa en contacto con la tragedia cotidiana está hoy en condiciones de actuar en dirección humanista…” Silo. Cartas a mis amigos.
Con esta frase significativa inició Nelsy Lizarazo la presentación del libro “Periodismo No Violento”, la flamante producción de la agencia de noticias con enfoque de Paz y No Violencia Pressenza en el Encuentro Mundial Abierto del Nuevo Humanismo 2021.
La obra es un intento de sistematización del trabajo colectivo de los cientos de voluntarios que integran la agencia y “es un texto a medio camino entre libro y manual” – así la co-autora e integrante de la redacción Ecuador –“porque, aunque está dirigido a un amplio público pensamos especialmente en las nuevas generaciones de periodistas y comunicadores, en sus docentes, en los ámbitos universitarios. Quisiéramos que el libro se convirtiera en libro de consulta permanente en la formación de estas nuevas generaciones que son el futuro de la comunicación y el periodismo.”
La comunicación constituye uno de los conflictos definitorios del mundo contemporáneo, en el que se juegan poderes, fuerzas, intereses y lo más importante desde nuestro quehacer, sentidos, señaló. “Campo en el que hemos trabajado ya por cerca de 13 años buscando situar otros sentidos, desde el lugar del nuevo humanismo, del siloismo, de la no violencia. En ese trayecto nos hemos encontrado con otres, con gente maravillosa que también desde el campo de la comunicación, viene trabajando intensamente por un periodismo otro, un periodismo humano, un periodismo para la paz. De todos ellos hemos aprendido mucho e imaginamos que también ellos de nosotros.”
En dirección similar, otro de los co-autores, Javier Tolcachier, enfatizó en la importancia de lograr el diálogo con las audiencias y los activismos a través de converger en temas importantes para la base social, alejados del relato interesado y mentiroso de la prensa al servicio del poder económico.
Es de gran interés para el periodismo no-violento – citó del texto el comunicador argentino –“salir de la agenda dictada por el economicismo imperante, hacerse eco de la voces provenientes de la base social, de todas aquellas personas y comunidades invisibilizadas o violentadas por el poder; de quienes salen de los discursos oficiales, valorizando la libertad de pensamiento y de creencias.
Abrir la agenda para temas que movilizan cambios positivos o muestran actitudes ejemplares de no-violencia en las sociedades y en las personas; nuevas construcciones que, aunque inicialmente pequeñas, son semillas de esperanza en detrimento de un relato monolíticamente violento.”
A lo que agregó que “Al mismo tiempo, es preciso abordar de forma crítica las múltiples situaciones de violencia existentes, apuntando a revelar las que con frecuencia son sus causas estructurales y no coyunturales.”
A continuación, Tony Robinson, co-editor de Pressenza de la edición en inglés, rescató el carácter de activismo de la comunicación no violenta, resaltando el principio contenido en el segundo capítulo del libro, “Más allá de la información, la acción”.
Desde su extendida experiencia impulsando la causa de la desnuclearización y el desarme, destacó cómo la cobertura y las producciones de la agencia contribuyeron a generar conciencia y, a su vez, confirieron a ésta confiabilidad y reconocimiento por parte de las organizaciones que lograron en Naciones Unidas la sanción del Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares en 2017.
A su turno, Pía Figueroa, también partícipe en la redacción de “Periodismo No Violento”, puntualizó en la importancia del lenguaje y los significados utilizados, cuestión tratada en la obra en el capítulo de herramientas.
Para ejemplificar, la co-fundadora de Pressenza, apuntó a la profusa cobertura realizada sobre el “despertar chileno”, distinguiendo esta denominación que indica un mayor nivel de conciencia y una apertura a un proceso de profundas transformaciones en ese país, del término “estallido social”, usado por los medios hegemónicos. Estallido implica ruptura, alteración, daño, lo cual induce significados bien diferentes.
Finalmente, intervino otra de las co-autoras, Juana Pérez Montero, de la redacción de Pressenza en España, quien comentó un tema central en la obra, la transformación positiva que se produce en el propio comunicador al comunicar desde la no violencia y la no discriminación.
Por último, la periodista valoró las propiedades formativas del libro. «Muchas veces pensamos que los medios del sistema no nos publican para silenciarnos, lo cual es cierto solo parcialmente. En ocasiones conspira contra la intención de difundir nuestro pensamiento el volumen de material que enviamos o la forma en que tratamos de hacerlo accesible al público. Así que, en tanto activistas de la humanización, ojalá podamos con este libro mejorar nuestras capacidades de comunicación», expresó, a lo que sumó la invitación a organizar talleres abiertos en base a los contenidos del trabajo presentado.