La declaración de los imputados: tres tiros accidentales, los mapuche eran como una “jauría de perros”, sólo disparó uno de los acusados, había un bulto negro que parecía un arma y la carabina 22 «mata gatos»
Hoy, durante la tarde, se produjo la formulación de cargos contra Diego Alejandro Ravasio y Martín Cruz Feilberg, por los delitos de coautoría de intento de homicidio y homicidio, que terminaron con la vida de Elías Garay e hirieron de muerte a Gonzalo Cabrera.
En esta audiencia atípica por su extensión (tres horas de duración), Alejandro Ravasio y Martín Cruz Feilberg declararon en su defensa y contestaron preguntas de los fiscales Francisco Arrien y Betiana Cendón, como así también de la querella protagonizada por Ezequiel Palavecino y Andrea Reile.
En primer lugar declaró Diego Alejandro Ravasio, quién aseguró que pensaban que no había nadie en el campo (donde recibieron los disparos Garay y Cabrera) cuando ingresaron, que fueron a buscar leña, que ellos trabajan cerca, que iban todos los días, que habían ido el día anterior, que la policía los había dejado pasar, que en un momento escucharon una estampida como la de una tropilla de caballos, que se encontraron frente a siete o nueve personas. Que los amenazaban, que les dijeron “de acá no se iba nadie”, que tuvieron miedo, que una persona intentó sacarle el arma, que él (Ravasio) la tiró para arriba y que de esa forma se escapó el primer tiro, que luego se le avalanzaron todos, que uno le volvió a manotear el arma, que cuando la persona tiró para su lado salió el segundo disparo. Y que luego él (Ravasio) tiró para su lado y salió el tercero. Es decir, que los tres tiros fueron accidentales. Que sólo él tenía un arma calibre 22 (que según su abogado defensor Estanislao Cazaux, ese arma sólo “mata gatos”. Lo dijo en éstos términos, dentro de la audiencia). Que Martín Feilberg no tenía ningún arma. Que las personas eran como una “jauría de perros”, que movían las manos para arriba y para abajo, que parecían portar un “bulto negro”, similar a un arma.
Por otro lado, Martín Cruz Feilberg sostuvo estos dichos afirmando que él vio por lo menos dos armas y que si no era por su amigo, que actuó disparando, él hubiera perdido la vida. Y que se presentó al quinto día para resguardar a su familia.
Como tercera parte de la audiencia, se acordó un proceso investigativo de cuatro meses (sin contar el mes enero de la feria judicial). Además de ser leídos todos los elementos probatorios presentes (hasta ahora) en la causa, leídos por Francisco Arrien (entre ellos la declaración de Gonzalo Cabrera, como testigo directo de los disparos).
Por último, en cuarto lugar, el Juez Víctor Gangarrossa, entendió que estaban dadas las condiciones jurídicas para acompañar el pedido de la prisión domiciliaria exigida por la fiscalía y los abogados defensores. Argumentando que ambos imputados, realizaron maniobras evasivas, no presentándose automáticamente ante la policía, huyendo, trasladándose a otra provincia, intentando tapar con pintura la patente del auto con el que se movilizaron, presentándose en el quinto día del hecho ante la justicia. En un contexto, en donde está desaparecido uno de los rifles (según la defensa el único presente en el lugar del hecho) y el dron que manipulaba la policía, antes de que se produjeran los disparos.
En este sentido, el abogado querellante Ezequiel Palaccio advirtió en la misma audiencia que las versiones de los dos imputados carecen de legitimidad, que es muy poco creíble su relato. Que los abogados defensores (4) no presentaron ninguna prueba para exigir la prisión domiciliaria, que “sólo tienen un relato”. Mientras, la abogada querellante Andrea Reile fue muy concreta en advertir que las personas que realmente tienen miedo en este momento son justamente las víctimas: Gonzalo Cabrera —que se encuentra aún hospitalizado— y la compañera de Elías Garay que tuvo que trasladarse a otra ciudad para resguardar su integridad.
Ambos imputados permanecerán en la comisaría de Dina Huapi, hasta definir el traslado definitivo para cumplir la prisión preventiva, hasta que termine la etapa investigativa y comience finalmente un juicio que, a juzgar por muchas personas, genera muchas sospechas dadas la rapidez y celeridad con la actuó la justicia.
En función de esto son muchos los interrogantes al respecto. ¿Los imputados actuaron solos? ¿Existen autores intelectuales? ¿Cómo va a sostener la defensa la teoría del enfrentamiento cuando no se halló ningún arma en poder del lof Quemquemtrew? ¿Dónde está el rifle calibre 22 y el dron que manipulaba la policía? ¿Qué es lo que vio Gonzalo Cabrera, en función del relato de los imputados que aseguran que sólo uno portaba un arma y que sólo uno disparó? ¿De qué forma operó el racismo en la voluntad de disparar que expresaron estos imputados en contra de la comunidad lof Quemquemtrew?