POEMA

 

 

 

 

Es el tiempo,

que claramente

va dejando

sus pasos.

 

Es la magna bóveda

celeste,

que repentinamente,

se borda de blancos

retazos.

 

Etéreos limbos de

algodones,

llamados nubes;

bienhechoras

inminencias,

de anheladas 

aguas.

 

Es el tiempo,

pletórico de humanas

huellas.

 

Plasmando un

sendero,

de recuerdos

y progreso.

 

Es el tiempo,

que imperturbable

fluye.

 

Es como siempre, 

el eterno

regreso.