POEMA
Desde el ventanal,
en una noche de
inmenso misterio.
Paisaje de espléndida
simplicidad,
donde expreso mi
regocijo en noble
calma.
Incalculable espacio,
que crea mil refugios
del alma.
Presencia edilicia,
que se vislumbra,
en tímidas claridades,
de luces furtivas.
Rutas invisibles,
que aguardan ansiosas,
a las joviales golondrinas,
transitando
imposibles.
Es la opacidad,
que cubre mil estrellas,
al fin del jornal.
Es la noche y
la luna,
desde el ventanal.