La estatua está hecho de piedra de basalto y fue partida en tres pedazos debido al impacto de un cohete disparado por los terroristas en 2015 contra el vestíbulo del museo, aclaró Awad.
La restauración de la representación fue fruto de la cooperación entre la Dirección de Antigüedades de Siria y una misión arqueológica de la Universidad italiana de Florencia, precisó.
El proceso de reparación de esta pieza de dos metros de alto y 50 centímetros de ancho se efectuó de acuerdo con los mejores estándares internacionales y materiales utilizados a nivel mundial, apuntó el directivo.
A su vez, la jefa de la misión italiana Marina Pucci manifestó su alegría y la de los estudiantes por contribuir a la restauración de este antiguo artículo, considerado gran símbolo de la ciudad de Alepo.
Las autoridades culturales sirias revelaron recientemente a Prensa Latina que más de 40 mil objetos antiguos robados durante diferentes momentos de la guerra fueron devueltos a museos de Siria.
Con más de siete mil años de historia antes de nuestra era y sucesivas civilizaciones, esta nación era hasta el 2011, fecha del estallido de la guerra, el destino de cientos de los más conocidos arqueólogos y expertos en el mundo.