Paulina Bravo es una activista por los derechos de las personas con discapacidad. Puede hablar con propiedad de este tema: ella misma perdió la visión a los 24 años.
Desde hace una década trabaja como abogada en la Corporación de Asistencia Judicial, especializándose en la defensa y promoción de los derechos humanos de las personas con discapacidad. Además, preside el Observatorio de los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Personas con Discapacidad (Odisex) y consejera de la Asociación de Abogadas Feministas (Abofem), y es una frecuente asesora y conferencista en asuntos jurídicos relacionados con la discapacidad.
Abogada, feminista, lesbiana, activista por los derechos humanos… por si fuera poco, también es candidata a diputada por el Partido Humanista en el distrito 10 para las elecciones del próximo 21 de noviembre de 2021.
Siempre acompañada de Holly, su perra guía, Paulina es una persona asertiva, empática y plenamente empoderada que disfruta de la vida como pocos, y que lucha por una sociedad más inclusiva y en que nunca más sobren personas. Como dice ella: «porque la Inclusión es un Derecho de toda la Humanidad, y Humanidad es igual a Diversidad».
La contacté porque Ernesto y Carlos, del Parque de Estudio y Reflexión Paine, me hablaron de ella como un ejemplo de ser humano que, pasando por encima de muchas adversidades que para otros son irremontables en el actual sistema social y económico, ha logrado aceptarlas y usarlas como trampolín para luchar por el cambio y la dignidad social para todos, sin exclusiones por ningún tipo de diferencia, sea esta de discapacidad, orientación sexual, origen étnico, religión o cultura.
Y esto es particularmente valioso en estos momentos de cambio histórico que tiene por delante Chile, en que por primera vez en su historia el país tiene la oportunidad de redactar y aprobar una Constitución no impuesta desde arriba, sino elaborada desde la democracia y la participación. Nada de ello ha sido gratuito: fue necesaria la confluencia de muchas causas y reclamos sectoriales en un despertar social que se expresó a partir del 18 de octubre de 2019, y del cual se cumple hoy el segundo aniversario. Costó muchas víctimas de la represión y presos políticos que, increíblemente, aún no son liberados.
Con todo, Chile vive tiempos de cambio y evolución impensables hace apenas 10 años.
Para mí, entrevistarla fue una verdadera inspiración de todo lo que se puede alcanzar si se mira más allá de los condicionamientos y prejuicios para dar nacimiento al próximo salto evolutivo de la especie humana. Sin duda, Paulina es una de las imprescindibles en este camino.
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