La Coordinadora en Defensa de la Infancia, en la que están integradas las asociaciones: ADENI, FAMILIAS PARA LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI, INFANCIAS ROBADAS y DENIPER además de personas a título individual, quiere dejar claro nuestro punto de vista sobre los cambios que han de producirse de manera urgente si de verdad deseamos que los principios de la CDN (Conferencia Derechos de Niños y Niñas) se cumplan.
En Todas las Autonomías, y en concreto en la de Madrid se producen con frecuencia arrancamiento de niñas y niños en los hospitales. La mayoría de esos arrancamientos suceden con la excusa de que la madre “podría padecer” algún trastorno psíquico o estar en situación de riesgo grave. Mientras se determina si ese posible trastorno o riesgo existe el niño pasa a una familia de acogimiento provisional que , en la mayoría de los casos deviene en permanente y finalmente en adopción.
En muchas escuelas se detectan posibles enfermedades de los padres, madres o hijos e hijas o supuestas situaciones de “riesgo” y la “autoridad competente” dicta un expediente provisional.
Dictado ese expediente , que en muchas ocasiones no se entrega a la familia, se dan órdenes a las fuerzas de orden de entrar en el domicilio de las familias y llevarse los niños, que entran en acogimiento o en un centro sin derechos de visitas, de mas de una hora a la semana y muchas veces sin pernoctas de fin de semana.
Cuando las familias recurren a la justicia, pueden pasar meses o años, hasta que se dicta sentencia, y la mayoría de las sentencias son favorables a la “autoridad competente,” que de hecho se convierte en juez y parte de todo el proceso.
Niñas y niños con enfermedades como el TEA o TDAH son también separados de las familias, con la excusa de que necesitan educación especializada. La falta de profesionales en los centros educativos y la falta de especialistas en los propios centros terapéuticos, la mayoría privatizados y en manos de empresas como Consulting, Grupo Norte o Trama, lleva , en la práctica a que esos niños y niñas rompen su mejor apego que es la familia.
En los casos de divorcios , sin muto acuerdo, entran en juego los gabinetes psicosociales adscritos a los juzgados de familia. En la mayoría de los casos los informes elaborados por dichos psicosociales no admiten informes alternativos a las partes y , si el padre y la madre u otros miembros de la familia no resuelven sus diferencias se termina también retirando la custodia a todos ellos y entregándola a la “autoridad competente”.
Cuando en la adolescencia chicos o chicas entran en algún tipo de ansiedad, producida en gran medida por una escuela que busca solo resultados economicistas basados en el informe PISA que olvida la parte emocional , también se recurre a la retirada de adolescentes para entregarlos a Nuevo Futuro o empresas similares, más preocupadas del beneficio empresarial que de la salud de los ingresados.
Una vez las niñas niños y adolescentes en centros de acogida, reforma o en familias de acogimiento permanente, el cuidado es muy deficiente en la mayoría de los casos y la mejor prueba de esa deficiencia son los informes de la agencia de transparencia donde se explica
En el año 2019 el número de niñas, niños y adolescentes atendidos por el sistema público de protección a la Infancia se ha mantenido constante respecto a 2018, pasando de 49.985 en 2018 a 50.272 en 2019. Sin embargo, internamente el numero de tutelas aumenta un 6,3% y el numero de guardas disminuye un 19,71%.
Solo un 20% de los niños y niñas sometidos a la tutela de la “autoridad competente” regresan con sus familias en los últimos 10 años, según los informes de la comisión de infancia.
Queda pues claro que las medidas que se están tomando desde que se aprobó la ley 1/1996 para nada consiguen el objetivo de reintegrar a los niños y niñas con sus familias.
Ante esta realidad hemos de preguntarnos si la orientación general de las leyes de infancia y familia son las adecuadas.
Desde el punto de vista de las familias esa orientación parte de un error de base: selecciona a las familias en “buenas familias” y “familias desestructuradas” y una vez utilizado ese criterio claramente falso y sectario en vez de ofrecer posibilidades de posible de mejora de esas familias a las que se considera “no aptas” todo el sistema trata de encontrar los fallos que justifican el arrancamiento de menores
Es hora pues de dar la vuelta a ese razonamiento que permite los negocios hoy existentes con los menores.
Es hora de conocer a fondo la manera de ser de los humanos para ayudarles a superar sus malos momentos sabiendo , desde el principio de los tiempos que nuestra especie , para madurar necesita de manera irreversible el apego entre en bebe y su madre , que la madre necesita una mínimas condiciones de salubridad y medios de vida y que la familia entera , comenzando por el padre y resto de familiares habrá de apoyar a los niños.
Se sabe que cuando falla la familia las niñas y los niños tienen muchas dificultades de entroncar con su comunidad.
Por lo tanto las leyes han de buscar formas de apoyo a las familias, para mejorar su estatus y su situación emocional.
Justo lo contrario de como están hoy enfocadas las leyes y los reglamentos que rigen toda la red de menores.
Deberían ser los médicos que atienden a las mujeres embarazadas quienes se ocuparan de facilitar los apoyos de todo tipo, desde psicoterapias a encaminar hacia servicios de orientación laboral y de apoyo económico, -siempre con la vista puesta en no separarles de sus hijos e hijas.
Igualmente , nacido el niño o la niña, los pediatras serían los encargados de dirigir el proceso de apego familiar, si una familia necesita ayuda de servicios sociales , que nunca deberían estar privatizados, esa ayuda siempre encaminada a mantener el niño en la familia nuclear o extensa,, nunca salvo en caso de fallecimiento de los padres y la falta de relación con la familia extensa, separar a los niños y niñas.
Según la niña y el niño entran en la escuela , que debería ser en centro de la comunidad educativa, con capacidad de escucha para las familias, será la escuela quien detecte y ayude a superar los posibles desajustes
En la adolescencia desde instituciones de tiempo libre, en contacto con la familia se debe de dar formación en afecto , amor y conocimiento sexual que prepare a las nuevas generaciones para educar en responsabilidad parental.
Somos conscientes de la dificultad de estos cambios que proponemos, pero , advertimos a nuestros representantes de los riesgos para todos de mantener una sociedad desestructurada como la que representan esas cifras diarias de arrancamiento de niños y niñasEs