· Luis Sota, su autor, es ingeniero de la Universidad de Chile y presidente ejecutivo de STRATAM, firma de consultoría en gestión de empresas, con sede en Berkeley, California y Santiago, Chile.
· Con un estilo claro y didáctico el autor propone un método para concebir y transformar empresas y organizaciones en función de promesas a: clientes, accionistas, colaboradores, proveedores, y a la sociedad.
La era de las redes digitales ha puesto en entredicho el dinamismo y la eficacia de respuesta tanto de empresas y organizaciones jóvenes que, cuando crecen, luchan contra el fantasma de la burocratización, como de aquellas nacidas antes del boom digital y que no logran quitarse el corsé de estructuras convencionales que amenazan su sobrevivencia. El flujo incesante de información y de comunicación al interior de las compañías, como con sus clientes y sus comunidades, ha dado origen a un tipo nuevo de organizaciones, ya no mandatadas por procedimientos anquilosados, sino por una fuerza imparable que se alimenta de la colaboración y el impulso creativo: aquellas articuladas por promesas. En El poder de las promesas, Luis Sota reinterpreta y da sentido a la antiquísima práctica de prometer y distingue un modelo de funcionamiento al que empresas como Amazon, DiDi, Airbnb, Mercado Libre y Rappi, entre otras, deben su crecimiento exponencial. Con un estilo claro y didáctico, y a través de numerosos estudios de caso, el autor propone un método para concebir y transformar empresas y organizaciones en función de promesas. Y asegura que los beneficios de hacerlo trascienden lo meramente financiero: prometer y cumplir nos hace más auténticamente humanos.
Sobre el autor
Luis Sota es Ingeniero de la Universidad de Chile, y con una Licence y Maîtrise d’Économie Appliquée, de la Université de Paris IX Dauphine, ha sido profesor en la Universidade de Campinas, São Paulo, Brasil, y en la Universidad Adolfo Ibáñez, Santiago. Fundador y presidente ejecutivo de la firma de consultoría en gestión de empresas STRATAM América Latina, con oficinas en Berkeley, California, y Santiago, Chile.