Por Orlando Sánchez
Me han animado a escribir una nota con motivo de la partida de nuestra querida amiga, Juani Martínez, hacia regiones luminosas.
Podría hacer un extenso currículum de sus aportes al humanismo durante todos estos años: desde su participación como militante y candidata en el Partido Humanista; su acción comprometida en Convergencia de las Culturas; sus incursiones en Cuba para llevar el humanismo; su paso por la Comunidad para el Desarrollo Humano; su tarea de cualificación a otros con retiros y talleres, su enorme capacidad movilizadora y organizativa…
Juani dejó un rastro indeleble de su acción desde diferentes frentes en muchos lugares y en muchas personas, siendo un referente de lucha permanente y comprometida, tanto para el medio, como para los amigos que tuvimos la fortuna de compartir con ella tantas vivencias.
Juani era una maestra del Parque Toledo que participó activa e incansablemente en la construcción física del mismo pero, sobre todo, en la construcción de ese halo intangible que flota omnipresente hecho de intenciones y afectos, y que nos arropa y nos ayuda a crecer. La alegría, la generosidad y la fuerza de Juani, aportaron una enorme cohesión a los conjuntos en que participó, e impregnan para siempre nuestras vidas, se la podría definir como una persona «luminosa».
Desde aquí y a modo de homenaje, le enviamos nuestro agradecimiento por sus aportes y por querernos tanto y le pedimos que, desde esos espacios por los que ahora transita, nos siga haciendo sentir su presencia linda. Te queremos mucho Juanita, siempre juntos.