Por Karla Mijangos Fuentes
Otra forma de hacer amistad, hermandad y enfermería es posible, cuando se desaprende lo aprendido, se cuestiona lo identitario, se rompen estructuras categorizadas de interacción, se desocupan del tiempo académico y laboral para ocuparse en un encuentro que no tiene límites, espacios territoriales, orden del día, pase de lista, obligatoriedad, explotación del otrx, interés por mantener un statuo quo. Nada de ello nos acomoda cuando estamos dispuestas a incomodar los privilegios y a defender el cuidado por encima de lo normado, las jerarquías y las estructuras.
El conocimiento de frontera en términos de Gloria Anzaldúa, es lo que las des(une) desde esta pegajosidad que atraviesa sus cuerpxs, emociones y afecciones. Es decir, en el momento en el que ellas se desplazaron epistemológica y físicamente de la enfermería, fue el momento en el que se reencontraron con su autoconocimiento, soberanía, reconocimiento y diversidad; y con ello para reinventarse y deconstruirse en y por la enfermería en colectividad y amistad.
Son las llamadas Enfermeras Diversas y Disidentes, que como su nombre e identidad las define, emergen de la frontera, desde las diversas identidades de género, indígenas, negras, mestizas, discapacitadas, gordas, flacas, racializadas, oprimidas por el patriarcado médico, dominadas por las estructuras hegemónicas y jerárquicas, pero utópicas, críticas, históricas y empoderadas más allá de los cartones que las puedan adornar.
Las Enfermeras Diversas y Disidentes (EDyD) como se hacen llamar, son un colectivo de luchadoras sociales y un movimiento que surge desde los planteamientos ontológicos del ser humano y el cuidado, por consiguiente, en los ejercicios de autorreflexividad se cuestionan cómo se configuro la enfermería, el cuidado, la ética, la estética, las interacciones, las subjetividades, los pensamientos y/o actos colonizados y patriarcalizados, así como los afectos políticos y territoriales.
REHUNO: ¿Cómo se creó este colectivo? Y ¿Quiénes lo conforman?
El colectivo de EDyD surge a partir de la pandemia de la Covid-19, justo derivado de la conexión e interacción con las múltiples redes sociales donde ellas interactuaban, y donde ellas se pudieron reconocer y conversar para crear este espacio de amistad y frontera. Se habla mucho del término de frontera, porque la mayor parte de ellas migraron a otras Ciencias como la Filosofía, la Historia, las Ciencias Sociales y/o Políticas, las Artes, las Terapias Holísticas, otras medicinas y/o saberes, para regresar a la enfermería y mirar las realidades con esos ojos que sólo un migrante podría recrear y pintar con los colores de las diversidades e interculturalidad.
En ese sentido, el traspasar por esa zona fronteriza, vivir las experiencias del ser y no ser al mismo tiempo, porque se era enfermera, pero no se era socióloga, antropóloga, filósofa, etcétera. En este caminar de des andanzas, desnudeces, deformaciones y desataduras, ellas pudieron cuestionar(se) sus identidades como enfermeras y seres humanos, por tanto, tenían un tipo de hilo muy particular en sus cuerpxs suturados que las anidaba a una misma historia, a un mismo horizonte de sentido y a un diálogo permanente que no terminaba con un solo encuentro.
Es así como, Carmen Ayde Fernández Rincón (Enfermera campesina de la diversidad_Colombia); Sara Domínguez (Enfermera Filósofa Indígena y Especialista en género_Argentina); Lucy Jure Cares (Enfermera Mapuche Holística_Chile); Renata Virginia González Consuegra (Enfermera en Salud Pública y solidaria de las causas justas_Colombia); Yesica Yolanda Rangel Flores (Enfermera feminista, especialista en estudios de y con mujeres y analista social_México); Edilma Marlen Suárez Castro (Enfermera y luchadora social, especialista en estudios políticos, de bioética, sociales y humanas_Colombia); Marta Milena Carvajal George (Enfermera especialista y creadora de sanarte cuántico_Colombia); Claudia Marcela Velásquez (Enfermera y Presidenta del Consejo Técnico Nacional de Enfermería_Colombia); Adiela Henao (Enfermera, profesora de la Universidad del Quindio y luchadora social_Colombia); Karen Correa (Enfermera epidemióloga y analista social de la niñez y juventudes_Colombia); Evanilda Carvalho (Enfermera, profesora, investigadora y luchadora social y de los derechos humanos_Brasil) y Karla Ivonne Mijangos Fuentes (Enfermera Indígena Zapoteca y luchadora por la descolonización de la salud, la enfermería y el cuidado_México) en principio se reencontraron para hacer de este colectivo un espacio para deconstruirse, emanciparse y descolonizarse.
Posteriormente, ya se fueron uniendo más hermanas, hermanos y hermanes como ellas les denominan, quienes se han identificado y apropiado de este movimiento para auto reconocerse, desencializarse, repararse y reconstruirse. Entre algunos nombres que figuran el colectivo son: Marina Rakel Checalla Poma, Adriana Serrato, Alexa Magaña, Amalia Osuna, Berenice Juan Martínez, Ma. Bernardita Pilquinao Pilquinao, Liliana González, Edda Cayotopa, Juana Castro, Kati Alveal, Laura Cazuza, Laura Ojeda, Leticia Jiménez, Mirtha del Valle Negrete, Liliana La Rosa, Mariana Cecilia, Marta Marucco, Nancy García, Natalia Sofía Gallego, Patricia Tiseira, Silvone Silva, Ma. Cristina Malerba, Hugo Tellez, Nancy Osses y Sauli.
Y a partir de este giro epistemológico individual y colectivo, ellxs pretenden trascender hacia la des(estructuración), des(teorización), des(patriarcalización), des(colonización) y des(totalización) de la enfermería, de la salud, de la vida, del cuidado y del ser humano.
REHUNO: ¿Qué se espera de este movimiento disidente de enfermería?
Este movimiento, justo como su nombre lo indica se trata de movilizar emociones, afecciones, pensamientos, formas de conocer y comprender lo que ya se cree adquirido de la persona, de la enfermería y del cuidado.
Y justo en esa búsqueda colectiva de respuestas, ellxs se han encontrado con experiencias propias que lxs rodean y cuestionan constantemente, tales como: ¿Es mejor hablar de Cuidología o Enfermería? ¿Hay voces que son más escuchadas que otras? ¿Cuál es el verdadero significado que esconde el concepto moderno de salud? ¿Lxs Enfermerxs cuidan a las personas o al sistema capitalizado? ¿El reconocimiento de enfermería puede desprenderse de la historia de las mujeres? ¿Por qué seguir construyendo la enfermería desde lo academicista, el escritorio y la teoría descontextualizada y crítica? ¿Las taxonomías diagnósticas nos alejan o acercan de la interacción y transpersonalización? ¿Se puede hablar de salud por fuera de la enfermedad? ¿podemos pensar en una enfermería no hegemónica y biomédica? ¿Cómo reconocer nuestras matrices coloniales y superar nuestras trampas de las narrativas que recolonizan y subalternan?
Y es a partir de todos estos cuestionamientos, que con un vino moscato, un café colombiano, un tequila, un mezcal, una cerveza, un mate, una caipiriña, un pisco, un agua, un chocolate, una carcajada, un abrazo de compas, una poesía, una música, un cuento, un video, una terapia, una auto etnografía, ellxs encuentran las posibles respuestas en un círculo de palabras. Todo ello, desde la horizontalidad, el respeto, la escucha activa, la amistad y la hermandad es que se reúnen todos los martes para mirarse virtualmente, para re(pensarse), reconocerse y admirarse.
Ellxs consideran que la pandemia sólo materializó lo que el universo ya había planeado, porque este encuentro no es más que la unión de esos hilos rojos y esas huellas que cada unx siguió para llegar a este momento de esperanza y distopías. Tal como ellxs afirman, quizás en cada uno de los encuentros no hallen todas las respuestas, otras más son simples quimeras, pero lo importante de este movimiento, es que ellxs pueden hacer espejo, es decir, mirar entre ellxs sus propias representaciones sociales del mundo y de su ser individual.
Así, reconociendo a ese ser interiorizado y reproducido, ellxs tratan de reconstruirlo colectivamente, no sólo para la sanación individual, sino también para la transición y conformación de un mundo más humano, más consciente, más justo, más solidario, más ético, más empático y más pensado desde el inter(cuidado) que desde la jerarquía y poder hegemónico que domina y violenta a las otredades, incluyendo entre elles, a los propios profesionales de la enfermería.
REHUNO: ¿Hacia dónde van las Enfermeras Diversas y Disidentes?
Tal como lo dijo en algún momento María Lugones, este colectivo no propone una amistad simple, un sencillo choque de copas, una productividad desmedida y capitalizada, una lucha de poderes por el liderazgo y reconocimiento de cartones académicos.
Por el contrario, esta hermandad las territorializa y les ofrece un sentido de pertenencia para sentir comunalidad, lucha común y colectiva. En palabras de Lugones, en este colectivo se puede hablar de “relaciones desnudas e incómodas y de fraternidades sin imperialismos”, es decir, en este grupo hermanado, no existen fronteras y limitaciones de pensamiento, pero sí de interacción e interrelación, porque las conexiones tienden a superar las relaciones jerárquicas e instrumentales, violentas y categorizadas, interesadas y egocéntricas, de superioridad y verdad única, de cientificidad sobre saberes otros, porque su objetivo nunca será colonizar, dominar, aculturar y creerse el centro del universo por ser profesionales de la salud.
En este sentido, la desnudez del alma que lxs une, las compromete y les da sentido de pertenencia a este colectivo, que en cada una de las reuniones se proponen seguir reparando y reconstruyendo una enfermería que mire y luche por los derechos humanos, la dignidad, la soberanía personal, la libre elección, el intercuidado, la interculturalidad y la horizontalidad de saberes.
Las Enfermeras Diversas y Disidentes creen que es posible una enfermería por fuera de las jerarquías, las construcciones sociales de género, las matrices coloniales que el modelo biomédico ha inyectado en su profesión y en sus cuidólogxs, y por demás, creen que se puede traspasar el yo egoico, las enemistades y las violencias por las que han atravesado en el caminar del cuidado profesional.
Ellxs mantienen la esperanza que en algún momento se van a poder reunir de forma presencial, y para ello, ya están pensando en un posible congreso de Enfermeras Diversas y Disidentes, donde no sólo lxs unan las conferencias, los proyectos de investigación, las mesas de trabajo, sino que también estén presentes las artes, la fotografía, la poesía, el trabajo de campo, el intercambio cultural de conceptos y prácticas y, por demás, las propuestas de luchas sociales, los movimientos, las marchas, nuevas consignas y revoluciones, las desestructuraciones, la reelaboración de significados y procesos.
Sólo queda agregar que, entre sus primeros proyectos de las Enfermeras Diversas y Disidentes se han propuesto reconstruir sus auto etnografías de identidades, disidencias y transformaciones. Asimismo, ellxs están trabajando sobre la re-elaboración de una prosaica o estética de lo cotidiano en enfermería desde la propuesta de Katya Mandoki. Finalmente, las EDyD también iniciaron con el análisis crítico e histórico social de algunos de los currículos de la enfermería.
Para concluir con este texto, las Enfermeras Diversas y Disidentes partiendo de esta tendencia solidaria y horizontal, invitan a todxs lxs enfermerxs a unirse a su colectivo y/o movimiento, porque la lucha de las EDyD es la lucha por la salud, la persona y el cuidado.