POEMA
El cielo está llorando.
Las nubes cansadas
caminan sin aliento,
tristes, cabizbajas,
en medio del lamento
de una Tierra angustiada.
Voces, sangre, muerte
camuflada
en disparos hirientes,
en piel forjada
y al final
solo queda la mirada,
ojos cerrados,
hierba molida
en la explanada.
El fango del camino
hace que los pasos
formen riadas,
grietas en la mañana,
voces de auxilio
en la noche clara.
¿Qué habrá
al final del camino?
Palabras angustiadas
forman escudos
en legajos ciegos
de letras cansadas.
El mundo calla
mientras ella
se protege
en medio de la nada
y su corazón palpita
chorros de tristeza
que salen de sus entrañas.