Miles de personas en París y en toda Francia han vuelto a salir a la calle, por cuarto fin de semana consecutivo, a protestar contra el pase sanitario de la COVID-19. El Tribunal Constitucional del país aprobó la medida esta semana.
A partir del próximo lunes, en Francia será obligatorio presentar este pase, prueba de que estás vacunado, o un test PCR negativo, para acceder a algunas instalaciones como restaurantes y cafeterías, cines y salas de espectáculos. Muchos manifestantes se oponen a las vacunas, mientras que otros ven con recelo esta imposición social. Al menos el 65 por ciento de la población francesa ha recibido una dosis de la vacuna contra la COVID-19.