PROSA POETICA
Reconozco el temor al compromiso con la humanización del mundo. Es el temor que me aparece cuando creo no tener la capacidad para realizar aquello que la humanidad necesita. Reconozco el temor y me repliego, creyendo que al hacer ese acto, el temor desaparecerá. Y claro, desaparece pero aparece el registro del acto no válido, que es peor.
Esa vieja sensación, ese antiguo registro de haber hecho lo que no debiste.
Es necesario volverse a mirar, amable y amorosamente. Algo hay que revisar. Aquellas viejas y antiguas sensaciones ya no las queremos más.
No eres la salvadora del mundo, al menos sola, no lo lograrás. Sola no puedes, ni podrás.
El acto unitivo de la humanización del mundo es junto a otros, y tú haces lo mejor que puedes. Aún desde tus propias confusiones.
Aprende de aquellos que te han precedido. Síguelos. Obsérvalos. Aprende de ellos.
Ahora, humilde peregrina, ofrece de tus manos lo que puedas, y aprendamos a decir: ¡Aquí estamos nosotros ¡ no más ¡ Aquí estoy yo!