Publicación original: Misión de Verificación de la ONU en Colombia
Adriana Cuaspud nació y creció en la vereda Miraflores, en el municipio de Cumbal en Nariño al sur de Colombia, en el seno de una familia campesina. Como todos, quería estudiar y salir adelante para brindar apoyo a su familia. Logró cursar hasta noveno grado en la escuela de la vereda, pero no pudo continuar sus estudios porque un día, ante la falta de estudiantes, la cerraron. Sin escuela, muchas oportunidades se fueron desvaneciendo para ella, así como sus propósitos de lograr ayudar a su familia a salir adelante. Un día, la guerrilla de las FARC llegó a su vereda y siendo joven e inquieta, le llamó la atención ver a mujeres que iban de camuflado y con armas. Tomó entonces una decisión que cambió su vida y la llevó a hacer parte de las filas de la extinta guerrilla de las FARC durante 19 años. Allí recibió formación en periodismo, economía y recibió entrenamiento militar, por lo que sintió en su momento que había sido la decisión correcta.
Cuando iniciaron las conversaciones entre el gobierno de Colombia y la guerrilla, como muchos, sintió incertidumbre y desconfianza. Aún en medio de los bombardeos y los combates, veía desde la distancia cómo se llevaban los diálogos entre las partes, con la esperanza de que llegaran a algo bueno para ella y sus compañeros. Finalmente, la noticia que todos esperaban llegó y se firmó el acuerdo de paz. Inició su camino hacia la dejación de las armas. “Nosotros dejamos las armas, pero no nuestras convicciones” dice ella firme.
“Nosotros dejamos las
armas, pero no nuestras
convicciones” dice ella firme.
Es por esas convicciones que hoy en día, ella es una de las más activas representantes de los ex integrantes de FARC en el departamento de Nariño. Hace parte del Consejo Departamental de Reincorporación y promueve y acompaña el desarrollo de un convenio que se firmó entre la Gobernación y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización junto a 5 alcaldías del departamento con el cual se quiere que el proceso de reincorporación avance de forma efectiva.
Adriana Cuaspud en reunión con personas en proceso de reincorporación en el municipio de El Charco, Nariño. Foto por: Nadya González, UNVMC
Hace parte también de Consejo Directivo de Fedecomún, que es la federación de organizaciones sociales y comunitarias del suroccidente colombiano, la cual reúne todas las formas asociativas de personas en proceso de reincorporación en el Valle del Cauca, Cauca y Nariño. Desde allí promueve los procesos productivos de sus compañeros y las iniciativas de reincorporación comunitaria que ayuden a impulsar las economías locales.
El Programa Mundial de Alimentos apoyó a la Asociación en el desarrollo de esta iniciativa productiva. Foto por: Nadya González, UNVMC.
Sus deseos por crecer y aprender siguen intactos como cuando era niña , por lo que desde que inició su proceso de reincorporación aprovecha todas las oportunidades que le dan para acceder a capacitación y adelantó cursos de primeros auxilios con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y logró hacer un curso técnico en auxiliar de enfermería con la Cruz Roja.
De vuelta a la tierra que la vio crecer, se propuso promover un proyecto productivo en Miraflores, en donde con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Misión de Verificación de Naciones Unidas logró hacer realidad otro de sus sueños: Ayudar a su familia y vecinos. Con la unión de todos lograron crear la Asociación Agropecuaria Forjadores de Paz y, tras dos años de trabajo, tienen hoy en día tres invernaderos en los que producen fresas. “Recibimos capacitación con el SENA en temas de transformación de la fruta y ahí aprendimos a hacer yogures, postres y mermelada” cuenta. El PMA les donó la maquinaria para hacer la transformación y continúan trabajando y buscando aliados para lograr hacer crecer este emprendimiento que busca beneficiar a más familias de la vereda. Paso a paso, buscan aliados para legalizar su marca, lograr la certificación en Buenas Prácticas Agrícolas y sacar la certificación del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA).
Iniciativa productiva de la asociación agropecuaria Forjadores de Paz, integrada excombatientes y sus familias en la vereda Miraflores en Cumbal, Nariño. Foto por: UNVMC
Por ahora, 22 personas trabajan en los tres invernaderos que tienen y comercializan la fruta a nivel local, de puerta en puerta con esfuerzo y empeño. Saben que para lograr la empresa grande y próspera que quieren, deben trabajar duro y están produciendo cerca de 50 kilos de fresa de estupenda calidad a la semana.
Adriana Cuaspud, lidera a este grupo de personas que le apuestan a la agricultura y a la innovación para sacar adelante a sus familias. Foto por: Nadya González, UNVMC
“A las mujeres yo les digo que esto es de interés y compromiso para salir adelante. Las mujeres no tenemos que estar sometidas solo al trabajo de la casa o del hogar. Podemos trabajar en igualdad, así que es hora de que continuemos emprendiendo, que todos tenemos las mismas capacidades” afirma esta mujer que ya ha recorrido un largo camino y da ejemplo de liderazgo y decisión.
“A las mujeres yo les digo que
esto es de interés y compromiso
para salir adelante».
Sobre sus anhelos más grandes, afirma que “queremos un cambio, no ha sido fácil trabajar por la paz. Ya son muchos años que vivimos en conflicto, pero la esperanza es continuar trabajando para que si uno no lo logra, que sean las nuevas generaciones que tengan salud, educación y vivienda digna”.
A quienes muestran desconfianza frente a la voluntad que tiene la gran mayoría de personas que adelantan su proceso de reincorporación, les responde: “nosotros le apostamos todo a la paz, ese fue el compromiso que adquirimos con la firma del acuerdo y la dejación de las armas y acá estamos cumpliendo”. Ella es un ejemplo de los muchos que están trabajando en Nariño y labrando el campo como forjadores de paz.
Los integrantes de la Asociación Forjadores de paz trabajan en los 3 invernaderos de fresa, y logran sacar un promedio de 50 kilos de fresa a la semana. Foto por: Nadya González, UNVMC.
«Nosotros le apostamos todo a
la paz, ese fue el compromiso que
adquirimos con la firma del
acuerdo y la dejación de las armas
y acá estamos cumpliendo”.
Nadya González
Oficial de Información Pública – Regional Pasto
Misión de Verificación de la ONU en Colombia