La empresa creada por Ben Cohen y Jerry Greenfield, la estadounidense productora de helados y yogures Ben & Jerry’s decidió dejar de vender sus productos en los asentamientos israelíes ubicados en los territorios ocupados de Cisjordania. Los directivos de la compañía, ahora parte del conglomerado Unilever expresó que la complicidad con la ocupación ilegal del territorio palestino contrariando la opinión mayoritaria del planeta, no está en consonancia con sus valores.
Fueron Vermonters for Justice in Palestine (Residentes de Vermont por la justicia en Palestina, en español) quienes llevan años fustigando a la empresa para que se acople a la campaña internacional del movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones.
Esta campaña basada en las realizadas en contra del Apartheid sudafricano está coordinada por el Comité Nacional Palestino del movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones que encabeza Mahmoud Nawajaa, quien dijo “Este anuncio es muy importante y se produjo después de años de presión sobre la empresa para que pusiera fin a su participación en la violación israelí del derecho internacional y de nuestros derechos palestinos”, citó Democracy Now!
La decisión no pasó desapercibida por el gobierno israelí, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, criticó a Ben & Jerry’s por haber “capitulado” de forma vergonzosa “en favor del antisemitismo”.
El Movimiento BDS está conformado por al menos 170 oenegés que llevan adelante acciones de conscientización y de presión sobre empresas que siguen prestando apoyo a la colonización del territorio palestino. En algunos casos, como el de Ben & Jerry’s se trata simplemente de ofrecer productos alimenticios a aquellas personas que están cometiendo crímenes repudiados por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La productora de helados, por su parte, destaca su compromiso social y acompaña numerosas campañas globales, lo que provocaba una colisión de sus valores con la acción llevada adelante por el gobierno de Israel contra el pueblo palestino.