Por: Jerónimo Centurión
Fuente: Diario Uno
Faltan menos de 3 semanas para el cambio de gobierno y deberíamos estar debatiendo sobre la continuidad de algunos temas esenciales.
El proceso de vacunación, por ejemplo, indispensable para intentar frenar la tercera ola y así salvar la vida de miles de peruanos, debería seguir la ruta trazada por esta gestión. Más allá de la compra de vacunas, el gobierno de Sagasti está aplicando un sistema efectivo y Castillo cometería un grave error ensayando nuevas rutas o cambiando a cuadros técnicos.
La pandemia no ha sido derrotada. Países con más recursos enfrentan terceras y cuartas olas. ¿Qué estrategia aplicaremos para combatirla?
El retorno a las clases presenciales es también un tema urgente. No sólo por la salud mental de los padres, sino también por la de los chicos. ¿Cómo hacerlo? ¿Por dónde empezar? ¿Cuánto presupuesto realmente puede el ejecutivo dotar a la educación? ¿De qué manera pueden los padres colaborar?
¿Será la defensa del medio ambiente una bandera del nuevo gobierno? Las últimas administraciones han minimizado de manera escandalosa la defensa de nuestra biodiversidad, bosques y mares priorizando intereses particulares y cifras macroeconómicas inconsistentes. ¿Con Castillo será diferente?
La ciudadanía ha tenido un rol clave y activo este proceso. No sólo electoral, sino de defensa de la democracia. Salió a defenderla cuando Merino intentó quebrarla y ahora se mantiene vigilante ante este patético y vergonzoso intento de golpe largo.
Las elecciones terminaron hace más de un mes y esos son algunos de los temas que deberíamos estar debatiendo en los medios. No es ningún secreto que Pedro Castillo, invitado de última hora a liderar la plancha presidencial de Perú Libre, no esperaba llegar a esta instancia. Nos corresponde entonces participar, debatir, opinar, hacerle llegar nuestra opinión sobre la pertinencia del referendo para una nueva constitución o de los nombres que se barajan en secreto para su nuevo gabinete. Pero no. Seguimos inmersos en los detalles de este thriller de suspenso surrealista de muy mal gusto y completamente inoportuno.
La realidad puede superar a la peor ficción, pero corresponde a los medios nacionales empinarse por encima del caos y las pataletas. No se trata solo de reportar la guerra. Los periodistas no se deben al medio, sino a la opinión pública, al país y la ciudadanía sabrá valorarlo y recordarlo. De lo contrario, seguirán contribuyendo a esta criminal perdida de tiempo.
Fuente foto: Perú 21.