Pedro Castillo Terrones es el virtual presidente del Perú. Hoy inició el proceso de transferencia y sostuvo una reunión con el aún mandatario de transición, Francisco Sagasti. El gran reto ahora es corresponder a la confianza brindada e iniciar un cambio profundo acorde a nuestra realidad socioeconómica. No más hojas de ruta externas.
El 28 de julio el presidente iniciará sus funciones con una agenda recargada e impostergable para el país.
¿Lo urgente supera a lo importante?
La primera tarea de Castillo Terrones será seguir enfrentando la pandemia del Covid 19 y evitar con ello que la tercera ola no se desborde; pero si hablamos del sector salud, la tarea es aún mayor, porque debe lograr una cobertura con eficiencia en zonas donde ni siquiera se cuenta con centros de salud equipados ni con medicinas básicas.
Otro aspecto urgente es sin duda la reactivación económica. Pese a que los mejores pronósticos señalan que el Perú alcanzará una rápida recuperación en el presente año, hoy el país presenta una realidad caótica, donde el 75,2% de los trabajadores peruanos son informales, según lo señala el INEI. La tarea en el aspecto económico implica “tomar al toro por las astas” y lograr el mejoramiento de las condiciones sociales y económicas de la población.
En su discurso inicial, el presidente también anotó en la agenda, la inclusión social de todos los grupos humanos que componen nuestra heterogénea sociedad, comprometiéndose a ejecutar un gobierno de todas las sangres. El primer desafío para la convergencia social será, sin duda, el próximo Congreso, donde 130 congresistas representarán a la diversidad de posiciones y agendas que hoy presenta el país.
Otros desafíos que deberá enfrentar el mandatario serán: definir si se instala una Asamblea Constituyente, que fue uno de los principales compromisos de su campaña, asimismo, coger la “papa caliente” de los contratos paralizados, y atender los 191 conflictos sociales reportados por la Defensoría del Pueblo, entre otros aspectos importantes, como educación, seguridad, etc.
Existe mucha expectativa de todos los frentes sociales del país. El mandatario Pedro Castillo tendrá que hilar fino para enrumbar hacia el ansiado cambio que prometiera en campaña y, resolver los problemas estructurales que hasta el momento han sido postergados.