Este 1 de junio nos ha dejado Javier Sampedro, un humanista español generoso, preciso y confiable. Una persona buena, que nos infundía tranquilidad y nos hacía sentir protegidos.
Como abogado se ocupó de temas legales del Partido Humanista en numerosos momentos, formó parte de la Comisión Legal-Sol del 15M y siempre estuvo disponible para ayudar a otros.
Ha partido Javi y nos ha pillado por sorpresa a la mayoría de quienes le queríamos. Decidió que no se supiera de su enfermedad y pese a que hacía sus ejercicios de rehabilitación, fue preparándose para el viaje más largo y la aventura más maravillosa. “Él sabía que iba a partir”, nos decía una de sus hijas.
Dejó todo aclarado, hasta el último detalle, en el mejor estilo Javier Sampedro. Precisó qué amigos habrían de hacerle la ceremonia de asistencia (como así ha sido) y qué hacer en su funeral (cantar todos juntos el Himno a la Alegría en el cementerio, como se hará este 2 de junio). Fue generoso y preciso también para esto, nadie tendría que pensar qué hacer. Todo nítido, como las explicaciones que daba ante cualquier duda que se le preguntara, igual que preparaba la defensa en sus juicios, o respondía en una entrevista.
“Javier era para todos -nos decía Pilar, su compañera de toda la vida- No le he visto negar ayuda a nadie que le pidiera algo. Intentaba ayudar a todo el mundo” y esto antes y después, cuando a los cuarenta y tantos años decidió dar un giro radical en su vida y convertirse en abogado, partiendo de cero. Un abogado que “parecía que había estudiado la carrera dos veces”, como decía una de sus compañeras de la Comisión Legal-Sol del Movimiento 15M, ante el manejo de su oficio. Ese grupo de abogados, cuyo nombre y número de teléfono teníamos todos los manifestantes, que nos dieron pautas de qué hacer ante los atropellos policiales o judiciales, que nos protegían y siguen haciéndolo con los casos aún abiertos. De esto, también se han hecho eco las redes ante la partida de Javi.
O como expresaba otro usuario
Durante años, Javier Sampedro se ocupó también de los temas legales del Partido Humanista y de otras organizaciones afines y fue prolijo en escribir sobre temas varios, adelantándose a su tiempo en no pocos.
Por el tanatorio, han ido pasando decenas de personas para recordarlo y dar testimonio de toda la ayuda que habían recibido de Javi. Un amigo que nos regañaba a veces como hacen los verdaderos amigos cuando se niegan a mentirte, y que tal vez “no sabía todo lo que le valorábamos y queríamos”.
Las manifestaciones de cómo era Javier se han repetido.Otro amigo abogado lo expresaba así: “Mucha gente dice, cuando alguien se va, que era bueno pero con él todos lo hemos podido comprobar. Javi lanzó semillas en su mundo y se puede ver alrededor de la gente que le rodea, de su familia, de toda la gente que ha dicho que es buena persona, bonita por dentro, íntegra moralmente como poca gente, con una gran altura moral, con una responsabilidad encomiable. Era la típica persona que todo el mundo quisiera tener a su lado porque podías confiar en él, por su responsabilidad en todo momento y por la capacidad que tenía de asumir y de ser bueno, una persona buena.”
¡Javier, esta esquela es porque eres famoso!, y al recordar y parafrasear esto, que tú decías cuando veías un aviso mortuorio, nos hemos reído y lo hemos hecho contigo.
Querido amigo, gracias por tu sentido del humor, por estar siempre cuando y donde se te necesitaba, incluso después del accidente cardiovascular que te ha llevado a otros planos; gracias por tu brillantez intelectual, pero especialmente por tu corazón bueno que nos hizo un poco más bondadosos a todos los que te conocimos.
Puedes seguir tranquilo tu camino luminoso, tu generosidad ha hecho que nos encontráramos amigos de distintos ámbitos para agradecer tu paso por este mundo, y tejiéramos nuevas redes que sigan tu obra.
Y ahora, otra sorpresa, Javi. Nos han ayudado a rescatar esto que un día escribiste y que ha sido tu guía de vida…
Soy humanista porque no he hallado causa más valiosa que la que pone al ser humano como valor central.
Soy humanista porque he aprendido que ciertos viajes no son para hacerlos solo.
Soy humanista porque quiero superar el sufrimiento y la violencia que anidan en nuestros corazones.
Soy humanista porque soy rebelde.
Soy humanista porque quiero seguir aprendiendo cada día.
Soy humanista porque comprobé que el que navega a la deriva, antes o después, naufraga.
Soy humanista porque necesito reconciliarme.
Soy humanista porque quiero poner lo mejor de mí al servicio de la mejor de las empresas.
Soy humanista porque los humanistas son mi pueblo, aunque no espere nada concreto de ellos.
Soy humanista porque no he conocido moral más válida que la del siloísmo.
Soy humanista porque quiero ser el guionista y el director de mi vida.
Soy humanista porque no me importa sembrar para que otros recojan cuando yo ya no esté.
Dedicaré mi vida a crear un mundo humanizado.
Lo has hecho y estamos seguros de que otros recogerán tu testigo. ¡Gracias!