En los últimos 5 años, la isla griega de Samos se ha convertido en sinónimo de la lucha de los desplazados contra los campamentos, contra el acceso limitado a los alimentos, a la sanidad y a la educación. Samos es una isla con una historia de solidaridad y ese sentido de la solidaridad se puso de manifiesto esta noche. El comité de paz de Pansamian, una organización que cree que «somos humanos y hemos decidido luchar por la paz y la amistad entre las personas», organizó una manifestación por la paz, y contra el nuevo campamento de Zervou que se está construyendo en la isla.
Las condiciones a las que se enfrentan los desplazados en la isla son malas desde hace mucho tiempo. En 2019 y principios de 2020, por ejemplo, más de 7.000 personas fueron alojadas en el Centro de Recepción e Identificación (RIC) de Vathí, que fue construido para albergar a solo 648 personas. Durante el invierno, las personas se enfrentaron a tormentas extremas y temperaturas frías. En el verano, a calor extremo, deshidratación, ratas y serpientes. Se enfrentaron a todo esto con un acceso limitado a la asistencia sanitaria y a la ayuda, con largas colas para acceder a los alimentos y, a menudo, dependiendo de la comunidad de la ONG para llenar los vacíos dejados por el Estado griego y los agentes de la UE.
En la actualidad, mayo de 2021, el número de personas «alojadas» en el RIC se ha reducido. Las cifras del ACNUR indican que la población del RIC es de 2.000 personas, de las cuales 1.770 están alojadas en tiendas de campaña en la zona exterior del campo, conocida como la «jungla». No obstante, los problemas persisten y la amenaza del nuevo campo de Zervou, que está a más de una hora y media a pie de la ciudad, dificulta aún más las cosas. Trasladar a la gente fuera de la ciudad y a una zona remota de la isla hará que el acceso al apoyo de la ONG sea mucho más difícil y que los seres humanos «atrapados» aquí sean menos visibles.
La marcha de esta noche, que comenzó en el nuevo campamento y se dirigió a la plaza central de Vathí durante varias horas, nos recordó el sentido de la solidaridad que existe en la isla. Los discursos y cánticos de la comunidad de refugiados, así como del Comité de Paz de Pan-samian, nos recordaron a todos que debemos permanecer unidos y oponernos al racismo. Son muchos los problemas a los que se enfrenta la comunidad de desplazados en Samos, los cuales nunca deben ser olvidados y siempre deben ser enfrentados. Sin embargo, la concentración de esta noche demostró que la comunidad y la solidaridad siguen existiendo aquí y que la gente se mantiene unida para decir no a los campos, no a la detención y sí a la humanidad.
Traducido del inglés al español por: Jacqueline Vallejos