07.05.2020 – Rio de Janeiro, Brasil – Redação Rio de Janeiro


Por Carlos Contente  | @contentestudio

Carlos Mizael tiene 31 años, es licenciado en Historia de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro y estudia la especialidad de Enseñanza de la Historia en esta misma institución. Mizael es un profesor voluntario de la organización ‘Acción Directa en Educación Popular’ (ADEP/Mangueira, son sus siglas en portugués) al norte de Río de Janeiro, puesto que es un preuniversitario comunitario, el proyecto se rige por principios de horizontalidad, autogestión y tiene por objetivo la educación liberadora. Hablamos con el educador para conocer un poco más sobre este «giro digital» que ha conllevado la cuarentena y el impacto en el día a día de la educación popular.

Entrevista

Carlos, ¿qué te llevó a la educación popular y a ADEP? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de un proyecto autónomo?

-Sentí la necesidad, en medio de este mundo lleno de prejuicios, de reafirmar mi vocación como profesor de historia. Además, quería ayudar a las personas al mismo tiempo que me ayudaba a mí mismo. También quería tener la oportunidad de trabajar en una escuela. La ventaja de trabajar en un proyecto guiado por principios de horizontalidad (es decir, sin jerarquía) y autogestión, es que no estás solo. Las tareas se reparten en función de las posibilidades de cada individuo. Creo que la mayor dificultad es lo repentino. Por ejemplo, nos enfrentamos a una pandemia y son pocas personas, en este caso, que pueden aportar lo que tienen a su alcance.

¿Has colaborado durante mucho tiempo con ADEP? ¿Cómo fue el proyecto durante la cuarentena?

-Creo que lleva siete años de existencia (la organización), pero hace un año que estoy en este proyecto. Tuve que alejarme de las clases presenciales y empecé a trabajar con clases virtuales. Los estudiantes empezaron los debates en el grupo de Whatsapp, sin embargo, nada sustituye a las clases presenciales.

¿Tienen los alumnos acceso a la virtualidad? ¿Prefieren (los estudiantes) la educación remota?

-No estoy seguro. Creo que muy poco público tiene acceso.

-Tendría que hacer una encuesta, pero creo que prefieren lo presencial. Cambia totalmente el enfoque educativo por la falta de contacto directo, porque no escuchas las experiencias de otras personas. Sólo grabas el vídeo con la esperanza de que el alumno pueda verlo. Se extrañan mucho las sanas contradicciones… el cara a cara… el apoyo mutuo entre los colegas docentes y sus criterios. Realmente lo echo de menos.

¿Cómo percibes a tu nuevo canal en YouTube? ¿Es una herramienta para evadir este contexto pandémico o un emprendimiento personal?

-Lo veo como ambas cosas. Pero trato de llevar un poco de la autogestión. Divulgo mi canal gratuitamente. No cobro nada por ello. Intento hacer una narración histórica crítica en ello, en la medida de lo posible.

¿Te sientes cómodo en este nuevo formato de clase? ¿No teme que los alumnos pierdan el interés?

-Al principio estaba nervioso, pero poco a poco me estoy acostumbrando a este universo. Intento grabar un vídeo con la información más concisa posible. Un vídeo corto, pero de calidad y que anima a la persona a estudiar. Cuando es posible, pongo en la descripción del vídeo el enlace de la referencia de los documentos sobre la época, para que el estudiante pueda acceder a la misma fuente a la que yo accedí, y a partir de ahí obtener su propia opinión sobre el tema.

Ante la perspectiva de una cuarentena prolongada, con un posible bloqueo en Río de Janeiro, ¿cuáles son sus expectativas para su actividad docente y para sus alumnos actuales de ADEP-Mangueira, en este contexto?

-Debo persistir con los vídeos y, si es posible, haré la clase en línea a través de la videoconferencia.

La educación pública en Río de Janeiro ha enfrentado numerosos ataques en los últimos años ¿Cree que los preuniversitarios comunitarios puedan ofrecer una alternativa para desafiar (la circunstancia) en este campo?

-Creo que sí. El hecho de estar dentro de la comunidad preuniversitaria, ya nos demuestra que la única presión que sufrimos es la del gobierno, con el mantenimiento de la fecha ENEM (Examen Nacional de Educación Media, sus siglas en portugués). Pero por lo demás no tenemos presiones del tipo «hay que correr con el tema, o algo similar». Por lo tanto, se puede trabajar con un esquema de clases mucho más horizontal, permitiendo debates y aprendizajes múltiples. Creo que para que la educación sea realmente liberadora, tiene que haber un intercambio. Nosotros proponemos el debate y los alumnos deben contribuir a él con su experiencia de vida, o simplemente, estudiando para obtener más conocimientos.

Dinos un mensaje para sus alumnos:

¡Gente, no se rindan! Esta es una oportunidad para crecer juntos una vez más. Sentí una gran conexión al principio de nuestras clases. ¡Creo que podemos mantenerla hasta el final!

Si pudiera lanzar unas palabras, imprimirlas en varias copias y lanzarlas desde un helicóptero sobre una playa abarrotada un domingo ¿Cuáles serían?

-¡Quédate en casa!

Una utopía:

-El mundo entero educado por un sesgo libertario y ayudándose mutuamente.


Traducido del portugués al español por Esther Aguirre