Mundo sin Guerras y sin Violencia Latinoamérica, organismo perteneciente al Nuevo Humanista Universalista, cuyos propósitos son el de contribuir a poner fin a todo tipo de conflicto armado, a las guerras, y en general a lograr un mundo sin violencia ni discriminaciones de ninguna especie, expresa su profunda consternación por la situación de violencia que se ha desatado entre palestinos e israelitas que ya cobra más de doscientos muertos. Expresa asimismo su solidaridad con las víctimas mortales de estos hechos, las que han resultado heridas, y las familias de todos ellos tanto palestinos como israelitas.

Esta organización humanista sostiene enfáticamente que nada justifica una situación de violencia como la que se está viviendo en la zona y que no hay nada más importante que la vida humana y sus derechos, independientemente de su nacionalidad, raza, género, credo religioso o ideología política.

Entre las víctimas mortales hay muchas mujeres y niños, lo que hace mucho más grave la situación humanitaria lamentable que tiene lugar en la región y que es la que le mueve más profundamente a realizar esta declaración como denuncia de estos funestos acontecimientos que deben terminar urgentemente para evitar más muertes de población civil inocente.

Mundo sin guerras y sin violencia latinoamérica insta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a que tome cartas en el asunto y detenga los crímenes de lesa humanidad que se están produciendo y sancione a través de la Corte Penal Internacional estos enfrentamientos en que se ve afectada principalmente a la población civil. Resulta inaceptable que la comunidad internacional se convierta en cómplice de este genocidio y fracase nuevamente en su rol de preservar la paz y la seguridad de los pueblos del mundo.

Asimismo hace un llamado a la conciencia humana de las partes beligerantes a detener la escalada de violencia que está teniendo trágicas consecuencias para la población tanto palestina como israelí, y que pueden llegar a ser más graves aún que los peores momentos vividos en 2014.

Sostiene que la única forma de poner fin a esta espiral de violencia es que Israel ponga fin a la ocupación ilegal de Palestina. Este es el origen de todos los conflictos, favorecidos por la actitud beligerante de los países que juegan con el negocio de las armas, entre otros, EE.UU. La comunidad internacional no debe ser cómplice de estos ataques. Se trata de defender los derechos humanos básicos de una población acorralada y permanentemente agredida.

Los territorios ocupados por Israel como asentamientos ilegales rechazados por la ONU deberían ser intervenidos y controlados para que cese la hostilidad, el racismo y toda forma de discriminación por ambos lados. Asimismo para que se eliminen los desplazamientos forzados, el apartheid racial y todo tipo de manifestaciones de supremacía por parte de los israelitas contra la población de Palestina, los cuales son muchas veces considerados como refugiados en su propia tierra.

De la misma forma condena las acciones del movimiento de resistencia islámica palestina Hamás contra Israel, ya que ningún tipo de violencia armada se justifica en ningún caso. Los organismos internacionales de derechos humanos deberían hacer valer la cuarta convención de Ginebra y la Declaración Universal de Derechos Humanos. Además ambos pueblos deben declarar una tregua mutua, sentarse a negociar una salida no violenta a esta crisis y trabajar por lograr un acuerdo definitivo que ponga fin a esta cruenta lucha entre dos pueblos hermanos.

Mundo sin Guerras y sin Violencia Latinoamérica exhorta a todas las organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo que trabajan por los derechos humanos, pacifistas y movimientos antiguerra a hacer causa común y denunciar enérgicamente estos hechos lamentables que socavan el derecho humano a la vida, la seguridad personal y a vivir en un medio libre de violencia como declara la Carta de Naciones Unidas que todo el mundo prometió respetar.

Finalmente hace un llamado a todas las personas conscientes de este mundo, gobernantes, parlamentarios, educadores, líderes religiosos de todos los credos, políticos de todas las ideologías, estudiantes de todos los niveles, a asumir en compromiso en favor esta causa, para terminar definitivamente con el flagelo de las guerras, que aún en este nuevo milenio continúan siendo la más grande vergüenza de la historia humana, que tanto sufrimiento ha traído a la humanidad.

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