Durante más de 60 años, un embargo económico de Estados Unidos ha golpeado a Cuba y no han sido suficientes varias resoluciones de la ONU para poner fin a estas sanciones. El tema es muy actual también porque gracias a las numerosas misiones de solidaridad que Cuba ha realizado en el mundo, cada vez más países piden a Washington que cambie su política.
El Sr. Danilo Alonso Mederos, embajador de Cuba en Praga, ex Viceministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, nos brindó esta entrevista.
Sr. Embajador, ¿puede darnos una breve historia de este embargo?
En breves palabras, puedo intentar sintetizar lo que representa la larga historia del bloqueo a Cuba.
Desde el mismo triunfo de la Revolución Cubana en 1959, las administraciones estadounidenses esperaban que el proceso revolucionario tendría fin en cuestión de meses. En la medida que se fueron aplicando decisiones que tenían un carácter popular y de beneficio para toda la población que a su vez ratificaban la independencia nacional, comenzó el hostigamiento.
El 3 de enero de 1961 el presidente de EEUU, decide romper relaciones diplomáticas con Cuba. En marzo de ese año toma medidas que limitaban la exportación de alimentos y medicinas a Cuba. El 6 de febrero de 1962 prohíbe la importación de toda mercancía de origen cubano a territorio estadounidense. En esencia, ni se podía importar mercancías de EEUU a Cuba ni Cuba podía exportar nada a ese país.
Para comprender mejor lo que significa el bloqueo, hay que conocer que antes de 1959 más del 64.5% de las exportaciones y del 73.5% de las importaciones de Cuba, dependía del mercado norteamericano. Prácticamente todo el equipamiento existente, la tecnología, las materias primas, los combustibles y los alimentos procedían de EEUU.
Cuba era un país que vendía prácticamente toda su azúcar a los EEUU mediante un sistema de cuotas que tenían establecido. También exportábamos a ese mercado otros productos como níquel, tabaco, café y ron.
De pronto, el país se quedó sin materias primas, sin combustibles y sin posibilidades de vender su azúcar y sus productos de exportación. Se suprimió todo el comercio, las inversiones, ¡todo!
El bloqueo impuesto a Cuba, pretendía hacer colapsar la dependiente economía cubana.
Gracias a la solidaridad internacional y al apoyo desinteresado de la Unión Soviética y de los países que formaban parte del campo socialista, Cuba pudo realizar sus producciones y comenzar un tipo de comercio más justo, pero para ello tuvo que reorientar toda su economía, su equipamiento y su tecnología.
En los años 90, al colapsar el campo socialista y perderse las relaciones económicas comerciales y de cooperación creadas por cerca de 30 años tuvimos que empezar, una vez más, de cero, reconstruir la economía y reorientar sus mercados de aprovisionamiento. Fue indudablemente una dura etapa en que nuevamente se puso a prueba la voluntad del pueblo cubano.
El gobierno norteamericano quizás pensó que a Cuba no le quedaría otra alternativa que seguir el rumbo tomado por los países socialistas.
Sin embargo, al no ocurrir como esperaban, y corroborar que aún en esas circunstancias, la población continuó apoyando a su Revolución y sus conquistas sociales, adoptaron nuevas medidas que intensificaron el bloqueo.
En 1992, la Ley Torricelli hizo del bloqueo un asunto extraterritorial al impedir que subsidiarias estadounidenses en terceros países comercializaran bienes con Cuba.
La Ley Helms-Burton en 1996 recrudeció y afianzó aún más la hostil política contra el pueblo cubano. La Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones del 2000 impide que los ciudadanos estadounidenses viajen a Cuba en calidad de turistas. Es el único país del mundo al que los norteamericanos no pueden viajar libremente. Esta Ley impide, asimismo, el financiamiento para productos agrícolas de EEUU para que sean vendidos a la isla.
La llegada de Trump a la presidencia norteamericana significó el recrudecimiento del bloqueo. Se adoptaron nuevas y numerosas medidas para asfixiar el acceso del país a las fuentes para obtener recursos financieros, impedir todo tipo de transacciones comerciales e impedir que Cuba pueda adquirir los combustibles que garantizan la vitalidad del país.
¿En qué consiste exactamente el embargo?
Ante todo, quiero precisar que en español hay diferencias etimológicas entre embargo y bloqueo. El embargo es la prohibición del comercio y transporte decretada por un gobierno mientras que bloqueo es equivalente al asedio, la obstrucción y el cerco.
La palabra embargo pretende disfrazar la realidad y aparentar que esto es un asunto de dos naciones, pero las leyes y la actuación del gobierno norteamericano son extraterritoriales. Ejercen presiones, amenazan a gobiernos, empresarios y bancos, aplican sanciones económicas y políticas; condicionan ayudas y acceso a fuentes financieras a las naciones sólo por el hecho de establecer algún negocio o relación comercial con nuestro país. Por eso nosotros siempre hablamos de bloqueo.
El objetivo declarado del bloqueo a Cuba es: asfixiar económicamente a la nación caribeña y hacer rendir por hambre al pueblo cubano. Cerrar, bloquear, impedir, hostigar al país. Esa era la meta y lo sigue siendo hoy.
¿Cuáles son las razones que llevaron a Estados Unidos a esta decisión?
Estados Unidos, como país imperial siempre deseo poseer a Cuba, por razones geoestratégicas y políticas. Le recuerdo que Cuba se conoce también, desde el punto de vista geográfico como la llave del golfo. El gobierno norteamericano considera a América Latina como su patio trasero y como tal actúa.
De hecho, antes del triunfo de la Revolución Cubana, los norteamericanos tenían planes de convertir a La Habana en un paraíso fiscal y un lugar propicio para el juego y la prostitución. Planeaban construir hoteles y casinos a lo largo de todo el malecón.
El 1 de enero de 1959 significó el fin de esos planes. Al principio pensaron que la revolución era un asunto de días y que los líderes cederían en sus propósitos de revindicar la justicia social y de buscar igualdad de oportunidades para todos los cubanos. Las primeras medidas sociales y nacionalistas no fueron de su agrado y comenzaron a ´´apretar la tuerca´´.
El bloqueo fue la medida más “pacífica”, también han organizado, propiciado y ejecutado numerosas acciones agresivas, ataques terroristas, introducción de mercenarios, guerra biológica, guerra de desinformación y hostilidad cibernética. En 1961 se produjo la invasión por Playa Girón, derrotada en menos de 72 horas, que pretendía tomar una parte del territorio nacional para declarar un gobierno transitorio en esa zona e iniciar lo que podría convertirse en una guerra civil.
Los distintos presidentes de los EEUU en más de 60 años no han cejado en las intenciones de poner de rodillas a los cubanos. El costo ha sido alto para ambas partes, pero para los cubanos la dignidad, la independencia y la soberanía no es negociable.
Hubo momentos en los que parecía que Estados Unidos quería levantar el embargo. ¿Qué impidió esta decisión?
El bloqueo a Cuba tiene un entramado jurídico complicado que dificulta a la presidencia de ese país tomar una decisión de ese tipo.
También existen muchos intereses que entorpecen cualquier decisión de ese tipo. Hay un sector de personas de origen cubano que han construido su historia y sus posiciones políticas y económicas a partir de ese enfrentamiento. Levantar el bloqueo significaría dejar de percibir importantes beneficios, no sólo económicos sino también de la imagen que se han construido.
Levantar el embargo, para el complejo militar industrial y para los que ostentan el poder económico en los EEUU significaría admitir que Goliat no pudo vencer a David. Eso lacera el orgullo de quienes se precian de ser los dueños del mundo y los que imponen sus decisiones en correspondencia con sus propios intereses.
Personalmente, no creo que en ningún momento hubo una intención seria de levantar el bloqueo por parte de los Estados Unidos. Hubo algún efecto de ´´maquillaje´´ pero sí de verdad hubiera existido esa intención, aún con todas las trabas jurídicas que se han construido a lo largo de 60 años, muchas más cosas podrían haberse hecho.
¿Qué consecuencias tiene en la vida de las personas en Cuba?
Indudablemente el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto a Cuba por una de las principales potencias mundiales tiene importantes consecuencias en la vida de las personas. Las políticas de bloqueo constituyen una flagrante violación de los derechos humanos de los cubanos.
El bloqueo impone carencias y dificultades para acceder a todo tipo de recursos. Se encarecen las importaciones de las materias primas y las tecnologías y se dificultan las exportaciones de los productos y de los servicios cubanos.
Las transacciones bancarias se dificultan, numerosos bancos se niegan a hacer transferencias hacia Cuba por temor a represalias y sanciones monetarias de los Estados Unidos.
Los empresarios y comerciantes con interés en el mercado cubano o hacer inversiones en el país, están sometidos a una presión importante. Sí comercian o invierten en Cuba pueden perder sus negocios en los EEUU o, en el mejor de los casos, no pueden viajar ni él ni su familia a ese país.
Se considera entonces a Cuba un país de riesgo para vender, invertir o comprar productos y por tanto las tasas de interés se incrementan.
Como podrá entender, todo ello afecta a la población cubana y le hace la vida más difícil. Escasean productos, materias primas y combustibles.
Aún en las actuales circunstancias, nadie en Cuba es abandonado a su suerte. Las personas conocen las ventajas del régimen social cubano y lo que la Revolución les ha propiciado para su desarrollo humano. En Cuba existe justicia social, seguridad ciudadana, igualdad de oportunidades, garantías de educación y salud para todos.
¿Cómo ha interpretado el pueblo cubano el embargo y cómo está reaccionando?
El pueblo cubano ha resistido 60 años de un injusto y cruel bloqueo y ha tenido que enfrentarlo con entereza y dignidad. El bloqueo norteamericano constituye indudablemente una agresión a un país cuyo único delito es no someterse a los designios e intereses del imperio.
Nuestro pueblo es muy digno y amante de su libertad, de su soberanía. La Revolución Cubana es autóctona, nadie la hizo ni la impuso desde el exterior. Fue el resultado del propio desarrollo histórico de la nación.
La propia preparación educacional y grado de conocimientos alcanzado nos ha permitido enfrentar estos retos con inteligencia y capacidad de adaptarnos a las peores circunstancias. Somos un pueblo resiliente capaz de resurgir como el Ave Fénix de las dificultades que hemos tenido.
Estoy convencido de que sí no existiera el bloqueo norteamericano, la vida de los cubanos y el desarrollo económico y social del país fuera mucho mayor.
¿Cómo Cuba, a pesar de que la crisis económica se agravó debido a la pandemia, invirtió en educación y salud?
La educación y la salud son derechos fundamentales de todos los ciudadanos cubanos que residen en nuestro país. Esos derechos están refrendados en la Constitución y son gratuitos para todos con independencia de raza, sexo, religión o forma de pensar. En Cuba, no hay nada más importante que todos y cada uno de sus habitantes.
La educación y la salud han sido la primera prioridad del Estado Cubano desde el Triunfo de la Revolución y por tanto no se escatiman esfuerzos ni recursos para asegurarlas. Así ha sido durante más de 60 años y así se ha comportado durante la pandemia.
Es precisamente gracias a esas políticas que el país estaba mejor preparado que muchos otros para enfrentar la pandemia.
Gracias a la alta formación sistemática de recursos humanos y los niveles educacionales alcanzados es que el país dispone de suficientes médicos y personal de salud, no sólo para enfrentar en Cuba la pandemia sino para brindarla a otros países necesitados. Gracias a esas políticas y al desarrollo alcanzado es que el país puede desarrollar sus propias vacunas, medicamentos y otras tecnologías para vencer a la COVID.
Esto es posible hacerlo gracias a la forma de distribuir los recursos en nuestra sociedad en correspondencia con el régimen social que hemos abrazado.
Me imagino que la recuperación de la industria turística es importante para Cuba, ¿qué se está haciendo en este campo?
Así mismo es. El turismo constituye una fuente importante de recursos para Cuba. A partir de los años 90 del pasado siglo se empezó a preparar el país para este sector de la economía. El volumen de turistas anuales se fue incrementando año por año y en 2018 llegamos a recibir un poco más de 5 millones de turistas. El país está preparado para que el número de turistas siga creciendo.
Durante este periodo de contracción extrema del turismo debido a la pandemia, lo que se ha estado haciendo es preparar las instalaciones para garantizar en lo adelante un turismo más seguro y consolidado durante la nueva normalidad. No se ha perdido tiempo y se han creado nuevas condiciones en las instalaciones. También se han revisado y actualizado los protocolos para la atención a los turistas.
¿Qué perspectivas ve en el futuro?
El mundo necesariamente tiene que cambiar. Cómo una vez dijo el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz: “Un mundo mejor es posible”.
Para que eso sea verdad, muchas cosas tienen que cambiar. El mundo necesita paz, necesita más justicia social, necesita menos egoísmos y más solidaridad, necesita una distribución más justa de los recursos. Sí estas cosas no se logran, no lograremos que nuestra casa común sobreviva y se desarrolle en paz y con armonía.
El bloqueo a Cuba impuesto por los EEUU va a fracasar y más temprano que tarde tendrá que ser eliminado por el gobierno norteamericano. Entonces el pueblo cubano podrá desplegar todos sus conocimientos, todas sus sabidurías y todas sus energías en lograr un desarrollo armónico y sostenible.
¿Cómo puede un estado, una asociación o una persona ayudar al pueblo cubano?
La mayor ayuda que se puede brindar es desplegar toda la solidaridad internacional y denunciar en todos los escenarios existentes la necesidad de poner fin a las políticas de bloqueos y sanciones.
Hay que multiplicar la presión internacional sobre el gobierno norteamericano por todas las vías posibles y lograr con ello que se haga insostenible el mantenimiento del bloqueo sobre Cuba.