La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU se pronunció frente a lo que viene ocurriendo en Colombia, en el marco de las protestas del Paro Nacional que comenzaron el pasado 28 de abril y que han terminado en una represión brutal por parte de la fuerza pública
La Portavoz de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Marta Hurtado, se ha pronunciado tras los desmanes cometidos por la fuerza pública en Colombia, especialmente en la ciudad de Cali la noche de ayer 3 de mayo, en medio de las manifestaciones del Paro Nacional en Colombia. De hecho, mientras una comisión de la ONU y otras entidades, que llegaron a las calles de la ciudad de Cali para observar lo que estaba sucediendo, fueron atacados por la fuerza pública (Leer aquí).
Ginebra, 4 de mayo 2021
Estamos profundamente alarmados por los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Cali en Colombia la pasada noche, cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes que protestaban contra la reforma tributaria, matando e hiriendo a varias personas, según la información recibida.
Nuestra oficina en Colombia está trabajando para verificar el número exacto de víctimas y establecer las circunstancias de estos terribles incidentes en Cali. Las personas defensoras de derechos humanos también informaron que han sido acosadas y amenazadas.
Expresamos nuestra consternación por los sucesos ocurridos y resaltamos nuestra solidaridad con las personas que perdieron la vida, con las que resultaron heridas y con sus familiares.
A pesar de que la presidencia de Colombia anunció el 2 de mayo que el proyecto de reforma tributaria sería retirado del Congreso, las protestas, que comenzaron el 28 de abril, han continuado, con la convocatoria de una manifestación masiva mañana 5 de mayo. Hasta la fecha, la mayoría de las protestas han sido pacíficas.
Dada la situación extremadamente tensa, con soldados y policías desplegados para vigilar la protesta, hacemos un llamamiento a la calma. Recordamos a las autoridades del Estado su responsabilidad de proteger los derechos humanos, incluido el derecho a la vida y a la seguridad personal, y de facilitar el ejercicio del derecho a la libertad de reunión pacífica.
Resaltamos también que los agentes encargados de hacer cumplir la ley deben respetar los principios de legalidad, precaución, necesidad y proporcionalidad a la hora de vigilar las manifestaciones. Las armas de fuego sólo pueden utilizarse como último recurso ante una amenaza inminente de muerte o de lesiones graves.
Desde el 28 de abril, la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos ha recibido denuncias de al menos 14 muertes en el contexto de las protestas en diferentes partes de Colombia, entre ellas la de al menos un agente de policía.