Las mujeres madres, hermanas y compañeras de víctimas de ejecuciones extrajudiciales pertenecientes a la Asociación de Madres de los «Falsos Positivos» (Mafapo), entregaron un informe a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad y a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Fuente: Comisión de la Verdad
El pasado 16 de marzo, la asociación de las Madres de los llamados “Falsos Positivos” de Colombia (Mafapo) entregó a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV) y a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) el informe ‘Unidas por la memoria y la verdad’ que recoge testimonios de estas mujeres que llevan más de 13 años en busca de justicia, verdad y garantías de no repetición.
«Falsos Positivos» es el nombre con el que la prensa de Colombia denominó al involucramiento de miembros del Ejército de Colombia en el asesinato de civiles, haciéndolos pasar como bajas en combate en el marco del Conflicto armado interno de Colombia.
El informe fue construido en el marco del proyecto de fortalecimiento organizacional y apoyo a la presentación de información al Sistema integral de la justicia suscrito entre Mafapo y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una iniciativa que también contó con el apoyo de la Embajada de Suecia.
La entrega del documento fue acompañada por las comisionadas de la CEV Alejandra Miller y Lucía González; La directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), Luz Marina Monzón; el procurador Jairo Acosta; la embajadora de Suecia en Colombia, Helena Storm, y los magistrados de la JEP Catalina Díaz y Oscar Parra.
Ver: 6.402 víctimas de «Falsos Positivos» en Colombia
Una a una fueron apareciendo en cámara los rostros de trece mujeres: Jacqueline Castillo, Carmenza Gómez, Flor Hilda Hernández, Ana Páez, Blanca Nubia Monroy, Soraida Muñoz, Cecilia Arenas, Rubiela Giraldo, Beatriz Méndez, Idalí Garcerá, Doris Tejada y Gloria Martínez, quienes asistieron en representación de 6.402 víctimas para contar la verdad y exigir justicia, reparación y garantías de no repetición, no solo a las entidades del sistema integral sino ante todo un país y para contar cómo ha sido el camino recorrido en 13 años de lucha, pues han enfrentado en numerosas ocasiones el miedo y las amenazas.
El pasado 21 de febrero la Sala de Reconocimiento de Verdad, Responsabilidad y de Determinación de hechos de la Jurisdicción Especial para la paz (JEP) en su auto 033 reveló que, entre 2002 y 2008, hubo 6.402 civiles a los que las fuerzas militares asesinaron y fueron presentados como bajas en combate
Ver: ¿Qué implica 6.402?
La comisionada Alejandra Miller Restrepo reconoció el valor de quienes protagonizan estas historias de resistencia y expresó: “Son 6.402 madres y familias que hoy caminan con el corazón despierto buscando la verdad y la justicia, 6.402 madres de familia que el negacionismo y la mentira no podrán callar a pesar de las amenazas, mujeres que le enseñan a este país lo que significa tatuarse el dolor y el amor en el cuerpo y que han hecho de la experiencia que les quebró la vida un símbolo de justicia y un sentido para millones de mujeres y personas en este país”.
"Soy una madre que hoy día llora la falta de un hijo que las fuerzas del Gobierno me arrebataron a mí y que hoy llora sin ser escuchada": Flor Hilda Hernández, @MAFAPOCOLOMBIA #EnVivo ► https://t.co/gzh8F2JOnl pic.twitter.com/QtYqm0MMb2
— Comisión de la Verdad (@ComisionVerdadC) March 16, 2021
A su vez, Doris Tejada, una de las madres, expresó: “Para cualquier persona es difícil imaginarse al frente de una fosa en dónde están apilados muchos cuerpos, uno encima de otros, y saber que hay que mover todos los cuerpos y verlos uno a uno hasta encontrar a su ser querido. Enfrentarse a esa cara de la muerte es algo que nunca se borra de la mente, se repite como una pesadilla. En mi caso el dolor es peor porque he tenido que enfrentarme muchas veces a esa pesadilla sin encontrar el cuerpo de mi hijo, sin conocer la verdad, sin saber dónde está. Y ahora tener miedo de que borren todas las posibilidades de encontrarlo porque pueden construir sobre el lugar en donde puede estar enterrado”. A esta intervención le siguió al unísono una petición de Mafapo: “Nos sumamos a esa intención de que en El copey donde se cree que está el cuerpo del hijo de Doris no se construya ningún pavimento, que no se oculten los cuerpos como pasó en otros megaproyectos como Hidroituango, solicitamos comedidamente que esos cuerpos no queden debajo de los megaproyectos que construyen las alcaldías para tapar la memoria”.
Ver: Así llegó la JEP a la cifra de 6.402 víctimas de falsos positivos
Por su parte, Catalina Díaz, magistrada de la JEP, enalteció la valentía y dignidad de estas mujeres y dijo que “la JEP ha sido muy rigurosa escuchando sus versiones voluntarias durante varios días y escuchando a los comparecientes, contrastando todo lo dicho por ellos con lo dicho por ustedes, todos los informes que nos han entregado, hemos estado contrastando con lo que se dijo en su momento en la justicia ordinaria, contrastando con todas las piezas procesales, los testimonios que rindieron los familiares de los jóvenes asesinados en su momento y los documentos oficiales del Ministerio de Defensa”.
“En ese momento se mostraba una gran cantidad de combates y baja de guerrilleros para que creyéramos que era un éxito de la política de la seguridad democrática”: Blanca Nubia Monroy, @MAFAPOCOLOMBIA #EnVivo ► https://t.co/gzh8F2JOnl pic.twitter.com/et6vx3Z3Qh
— Comisión de la Verdad (@ComisionVerdadC) March 16, 2021
Al cierre del evento, la comisionada Lucía González invitó a que estas entregas y el Informe Final de la Comisión de la Verdad sean el inicio de una nueva etapa para Colombia: “Qué gracias al coraje, a la fortaleza moral, a esa decisión política de estas mujeres y sus familiares, Colombia pueda decir que un delito como estos nunca más se puede volver a repetir. Que necesitamos una transformación total en las Fuerzas Militares y que necesitamos una transformación total en la justicia y en los organismos del Estado, no solamente fue ese asesinato, cruel, despiadado en la vida de mujeres y hombres que estaban buscando un trabajo, una oportunidad, sino que también fue el maltrato por parte de las instituciones de la justicia y en general del estado frente a los reclamos”.
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