Las tensiones llegaron hoy en Siria a límites impredecibles tras el anuncio de que Turquía despliega refuerzos en las cercanías de la localidad de Ain Issa, en la provincia norteña siria de Raqqa.
En ese sentido, medios de prensa y oficiales, entre ellos el Centro ruso para la Reconciliación en la región de Latakia, expresan ‘extremada preocupación’ por esos movimientos, tendentes también a estabilizar fortificaciones y puntos de apoyo.
‘Estas acciones violan el memorando de entendimiento entre las partes y socavan los esfuerzos para resolver el conflicto sirio’, afirmó en declaraciones públicas el subdirector del Centro, general de división Alexander Karpovi.
De acuerdo con los datos divulgados, Ain Issa está bajo control de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), de mayoría kurda y respaldadas por Estados Unidos, y mantienen enfrentamiemntos con tropas turcas y sus aliados del denominado Ejército Nacional Sirio, antes Ejército Libre Sirio.
El aumento de la violencia en la región, indicaron las fuentes, pone en peligro los acuerdos entre Turquía y Rusia, no respetados por los grupos terroristas u las organizaciones mencionadas, subrayaron medios oficiales al respecto.
Desde el 2016, con la oposición de Siria, Turquía ejecutó al menos dos operaciones militares dirigidas, según Ankara, contra las fuerzas kurdas y que abarcan actualmente regiones del norte de las provincias Alepo, Hasaka, Raqqa e Idlib.
A la fecha, los militares de Ankara están posicionados en más de dos mil kilómetros cuadrados de esa zonas y en un número estimado en una cifra superior a los 10 mil efectivos, con centenares de tanques y vehículos blindados y grupos especializados de la policía militar.