Día de la Cero Discriminación 

Toda lucha por los derechos de una minoría es una lucha humanista

 

Los 1° de marzo de cada año, por proclama de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 1° de diciembre de 2013, se conmemora el Día de la Cero Discriminación, como forma de destacar el derecho de toda persona a no sufrir discriminación.

Esta conmemoración, que nació como una campaña lanzada por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), posteriormente se amplió ante la necesidad de concientizar sobre la importancia del reconocimiento y respeto a los derechos de cada persona, así como la identificación y censura de todo tipo de trato diferenciado, excluyente o restrictivo en cualquiera de sus formas.

Si bien en la mayor parte del mundo occidental el problema del VIH ha pasado de ser amenazante y generalizado a vivirse como una condición de salud crónica que se puede tratar con pastillas antirretrovirales, muchas personas seropositivas siguen sufriendo discriminación en el acceso a la salud y al trabajo. Sobre todo, por las características que aumentan su grado de vulnerabilidad, las llamadas “interseccionalidades”. Algunas de ellas son el género, la etnia, el nivel adquisitivo, la edad, la religión e incluso la apariencia física.

El aumento de la desigualdad en la región ha puesto al desnudo la persistente pobreza en grandes capas de la población, situación que se ha agravado por la pandemia de COVID-19 que vive el planeta desde principios del año pasado. 

En términos más generales, constantemente hacemos distinciones para funcionar como sociedad, pero encasillar a alguien por su diferencia es una forma de violencia. Muchas veces no percibimos o no estamos conscientes de nuestros propios prejuicios, nuestras propias miradas sesgadas de la realidad que ven algunos de sus componentes y prefieren invisibilizar otros. 

Hay múltiples elementos que amplifican la discriminación a las personas que viven con VIH, algunos más visibles que otros. Quizás uno de los grupos que más radicalmente la padecen son las personas trans. Una persona es trans cuando no se siente conforme con el género asignado al momento de nacer. Un ejemplo claro en el acceso a la salud es que en muchos países no se reconoce el nombre social que la persona trans ha decidido adoptar, sino que se usa en el sistema sanitario su nombre inscrito en la partida de nacimiento. Muchas veces esto lleva a su marginación de los sistemas de salud pública, lo que es de especial gravedad en los casos de las personas seropositivas. Si además es migrante y/o indocumentada, el panorama es mucho más serio. En varios países faltan protocolos de prevención y atención específicamente diseñados para las personas trans seropositivas.

En momentos en que la lucha feminista ha tenido tantos logros, creemos que es importante dar una mayor visibilidad a estos grupos y tomar conciencia de que los temas de género van mucho más allá del binario femenino/masculino.  

Las, los y les humanistas sabemos que la discriminación y las desigualdades están estrechamente relacionadas. Las formas de discriminación contra personas y grupos están interconectadas tanto por factores estructurales como sociales y conducen a una amplia gama de desigualdades que dan espacio a la estigmatización y la discriminación.

Las, los y les humanistas sabemos que la discriminación es violencia y desde el Documento Humanista se plantea que “Todas las formas de violencia física, económica, racial, religiosa, sexual e ideológica, merced a las cuales se ha trabado el progreso humano, repugnan a los humanistas. Toda forma de discriminación manifiesta o larvada, es un motivo de denuncia para los humanistas.”

Desde este documento oficial, el Partido Humanista Internacional denuncia a los neofascismos como promotores de posturas que explotan el malestar de las grandes poblaciones, creando falsos culpables para desviar la atención de los verdaderos responsables y dividiendo a las sociedades. 

En estas formas discriminatorias se da una profunda negación de los valores humanos, al igual que se da al explotar a grandes poblaciones de trabajadores, al excluir a miles de millones de personas sumidas en la extrema pobreza o al no asegurar servicios de salud en momentos de pandemia, entre numerosísimas formas de discriminación.

 

“Nada por encima del ser humano y

ningún ser humano por debajo de otro”

Documento Humanista (Silo, 1994)

 

Secretaría de Diversidad Sexual y Funcional
Equipo de Coordinación Internacional

Federación de Partidos Humanistas

1° de Marzo 2021