POEMA
Mis ojos pierden la noción del tiempo,
sienten como la sinapsis,
los apaga,
los deja ciegos por un momento.
Entre el oscuro cuarto en el que me encierro,
luces fosforescentes,
se prenden y multiplican,
Aparecen líneas doradas,
que unen encuentros,
y desaciertos.
Mi cuerpo pierde su equilibrio,
mis manos no hallan sustento,
mis pies bailan sin ritmo,
y mi espacio flota sobre el tiempo.
Mi cuerpo cae como polvorón
Mis ojos siguen bailando
Y se mueven con emoción
Titilan como estrellas
Vuelan como cometas
Hacen brotar lagrimas
Se pegan como imanes.
¡Oh! Cuánta luminosidad
La que golpea mis globos oculares
La que a mis iris llena de verdades.
Y justo al despegar mis párpados
Veo comenzar la vida
Que atraviesa mi mirada
Que doblega mis instintos.
Hoy el cielo parece tesoro
Los llanos de flores se llenan
Los pájaros cantan sin parar
La vida se parece a un diamante.
Un diamante
Eso es la vida,
porque quien la tiene,
no sólo brilla,
no sólo sueña,
porque la vida,
es la luz que atraviesa tus ojos,
para convertir en polvo y diamante,
las oscuras melodías de la muerte.