Por: Stephanía Aldana Cabas
La Corporación Madres de la Candelaría – Línea Fundadora, conmemoró sus 22 años de existencia en la búsqueda de sus desaparecidos, con un conversatorio sobre los fenómenos de la desaparición forzada, el secuestro y los asesinatos en el marco del conflicto armado. Además, anunciaron que en la actualidad escriben un libro en el que las víctimas narran sus historias, con el fin de dejar documentados los casos.
La Corporación Madres de la Candelaría – Línea Fundadora conmemoró el pasado 17 de marzo su aniversario 22, en medio de un acto en la Casa Museo de la Memoria de Medellín. El evento estuvo presidido por las voces de las madres fundadoras, como Dolly Castañeda y María Elena Toro, quienes relataron cómo ha sido su lucha por encontrar a sus seres queridos. Por su parte, Luz Amparo Mejía García, otra de las fundadoras del colectivo expresó que “este ha sido un esfuerzo de persistencia y resistencia a través de los años”.
"…Queremos ver a nuestros secuestrados y desaparecidos de regreso a casa vivos, libres y en paz." Así acompañamos hoy la conmemoración de los 22 años de Las Madres de la Candelaria Línea Fundadora, apoyamos su labor de denuncia y todas sus luchas. ?? pic.twitter.com/WSM7bNBQCh
— Museo Casa de la Memoria (@CasadelaMemoria) March 17, 2021
La Corporación Madres de La Candelaria- Línea Fundadora fue creada en 1999 en Medellín, Antioquia, inspirada en las Madres de la Plaza de Mayo de Argentina. La Corporación inició con un grupo de Madres que aún piden el regreso de sus hijos: “vivos, libres y en paz”, pues fueron secuestrados, desaparecidos o víctimas de ejecuciones extrajudiciales, mal llamados “falsos positivos”, donde el ejército hacía pasar jóvenes inocentes como guerrilleros caídos en combate.
Este colectivo Línea Fundadora proviene de una escisión que sufrió en 1998 la agremiación Madres de la Candelaria, un movimiento civil de madres de detenidos y desaparecidos que tenía como tradición, salir al atrio de la Iglesia de La Candelaria en el centro de la ciudad de Medellín, para exigir a las autoridades atención a sus casos. Tras la división del grupo, por algunas diferencias internas, la Corporación que hoy se distingue como Línea Fundadora hoy cuenta con 1715 familias.
Después de más de 20 años de exigirle al Estado colombiano y a los grupos armados el esclarecimiento de las detenciones y desapariciones de sus familiares, la Corporación está recogiendo en un libro las voces e historias de cada uno de los integrantes, con el fin de dejar un registro de los hechos que denuncian, generar memoria y conciencia sobre el fenómeno del secuestro y la desaparición forzada.
Así esperan “entregar a Medellín y a la Casa Museo de la Memoria, el próximo 10 de diciembre en medio de la celebración por los derechos humanos, un compendio que le permita a las personas conocer cuál es la realidad del país y la labor que este movimiento ejerce en la sociedad”, según lo indicó Luz Amparo Mejía García.
En medio la Justicia Especial para la Paz
La mayoría de casos documentados por la Corporación Madres de la Candelaria -Línea Fundadora fueron cometidos por grupos paramilitares y le siguen los perpetrados por la antigua guerrilla de las FARC, tres casos de ejecuciones extrajudiciales por parte de la fuerza pública y otros por actores armados no identificados.
Ante el registro de casos de la Corporación, los agremiados esperan que la Justicia Espacial para la Paz (JEP), junto al Acuerdo de Paz firmado en La Habana, Cuba, sean la puerta para esclarecer los casos que aún no han sido resueltos. Hasta el momento, entre 30 y 35 por ciento de los casos que Madres de la Candelaria -Línea Fundadora tiene registrados, han sido resueltos, pues en su mayoría los paramilitares que se acogieron a la JEP han indicado dónde estaban las fosas con los restos de las víctimas; mientras que otras, según lo indicaron, fueron arrojadas a los ríos Cauca y Magdalena.
Finalmente, este viernes 19 de marzo en audiencia pública, la Corporación espera que sea relevado el paradero de la hija de Dolly Castañeda, que fue retenida por la Farc. Antes de terminar el año, todos los casos de falsos positivos y las desapariciones forzadas, esperan que hayan sido esclarecidas, como una muestra de reconciliación, verdad y no repetición, que lleve al país hacia la construcción de una sociedad basada en la verdad, la memoria, la justicia y la paz.
