POEMA
Vengo de la muerte despertando,
por la columna errante de la vida
veo un vértigo sordo que no debe espantarme.
Vengo de la tierra despertando
por sus claras espigas.
Vengo desde muy lejos
he cruzado regiones antiquísimas
en las ondas del viento.
Y vengo despertando en esta lucha
queriendo iluminar mis hombros propios.
Soy guerrera y herida
Escucho en las praderas la batalla
cabalgando en la hierba.
He tejido una cesta.
Allí donde la tierra se hace dura
reúno las estrellas.
Tengo en mi corazón como una noche
que debe atravesarse.
Tengo la suavidad del terciopelo
protegiendo mi espalda.
Le canto a las montañas.
Vengo del mar, de un día
en que aquella ciudad cantó mi patria
en sus aguas de plata.
Vengo del mar muriendo
y el agua son mis lágrimas.
Yo recojo los hilos de los cielos
recorro las entrañas.
Me ha alcanzado la flecha.
He llegado a saber una oración
con tres sabias palabras.
Vengo desde la muerte despertando