Los peruanos aguardan con gran expectativa el anhelado arribo de un primer lote de 300 mil vacunas Sinopharm de China, más como empuje anímico que solución pronta a la grave situación creada por la pandemia.
Muchos siguen por Internet el avance del avión que trae el valioso cargamento y se informan sobre el cronograma de vacunación, que comenzará con el personal de salud que trabaja en las unidades de cuidados intensivos.
La primera remesa, de 300 mil dosis, es parte de una primera compra de un millón a la cual se prevé que hasta fines de marzo se sumen otros dos millones del mismo proveedor, siendo el total previsto de 38 millones, aunque el Gobierno tiene otros contratos y busca más proveedores como el de la vacuna rusa Sputnik V.
La satisfacción generalizada no es compartida por un sector ganado por la prédica conservadora de rechazo a la inmunización, pese a que las vacunas han probado su eficacia y las especulaciones sobre daños a la salud, carecen de sustento y verificación.
La primera ministra, Violeta Bermúdez, acusada por la oposición por dar informaciones poco claras al Congreso sobre la llegada de las vacunas, insistió durante la semana en que el inicio de la inmunización no debe ser motivo de descuido de las medidas orientadas contra el contagio de la Covid-19.
‘La vacuna es el mejor escudo contra la pandemia pero requiere del compromiso y del esfuerzo adicional de todos los peruanos y peruanas para cumplir estrictamente los protocolos y respetar las restricciones de movilidad’, dijo.
El final de la vacunación está previsto para fines de año pero el país vive hoy una segunda ola de contagios de propagación más veloz y efectos graves y el Ministerio de salud reportó ayer siete mil 993 nuevos casos de coronavirus y otras 280 muertes,
Junto a las copiosas informaciones sobre la llegada de la vacuna, su distribución, transporte a todo el país y aplicación, persisten las angustiosas noticias de contagiados graves que son rechazados de hospitales porque en las unidades de cuidados intensivos ya no queda espacio y de familias diezmadas por el virus.
A ello se sumó el agotamiento de las reservas de oxígeno de la empresa abastecedora de ese fluido medicinal a los hospitales, situación prevista por el Gobierno que esta semana autorizó la importación de ese elemento y apurar la construcción de plantas productoras.
Desde el domingo último rige el confinamiento en Lima y otras nueve regiones, a las que el Gobierno sumó hoy la provincia de Puno, en la región del mismo nombre, y las de Maynas y Ramón Castilla, de la región amazónica de Loreto y cercanas a la triple frontera en la que convergen los límites de Perú, Colombia y Brasil.
El ministro de Cultura, Alejandro Neyra, informó que el próximo miércoles el Consejo de Ministros evaluará si la cuarentena estricta se extiende.
En Lima, muchos consideran posible o necesaria esa medida, por la persistencia de aglomeraciones en torno a paradas de transporte y mercados informales y a su muy crítica situación sanitaria.