- Hace pocos días el gobierno puso “discusión inmediata” a la ratificación del tratado, lo cual significa que el resistido acuerdo debe ser conocido y despachado en el plazo de seis días.
- “El amplio rechazo ciudadano y la forma oscura en que se negoció este acuerdo comercial, que tiene un serio efecto sobre temas tan relevantes como el acceso a los medicamentos, el libre tránsito de semillas originarias, los alimentos transgénicos o la legislación laboral y de políticas públicas demuestran que a la decisión sobre los acuerdos internacionales hay que incorporarle democracia” señalaron desde el colectivo presentado por la Coordinadora de Organizaciones y Asambleas Territoriales de Aysén.
Como uno de los síntomas que hacen necesario cambiar la Constitución, por su modelo poco participativo en las decisiones de fondo del país, calificaron desde la lista independiente a la Convención Constitucional “A PULSO, por el Buen Vivir” la decisión del gobierno de poner el 6 de enero en “discusión inmediata” el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP-11, por sus siglas en inglés). El tratado se encuentra a la espera de ser votado por el pleno del Senado, luego que fuera aprobado en la Cámara de Diputados en abril de 2019 con los votos favorables de los diputados de Aysén Miguel Angel Calisto (DC) y Aracely Leuquen (RN). La urgencia impuesta por el gobierno significa que el acuerdo debe ser conocido y despachado en el plazo de seis días.
“El amplio rechazo ciudadano y la forma oscura en que se negoció este acuerdo comercial, que tiene un serio efecto sobre temas tan relevantes como el acceso a los medicamentos, el libre tránsito de semillas originarias, los alimentos transgénicos o la legislación laboral y de políticas públicas, demuestran que a la decisión sobre los acuerdos internacionales hay que incorporarle democracia” señalaron desde el colectivo que es parte de la Coordinadora de Organizaciones y Asambleas Territoriales de Aysén.
En diversos pasajes de la Carta Fundamental está radicada la potestad exclusiva del Presidente de la República de proponer la suscripción y retiro de los tratados, principalmente en el artículo 54. “Creemos que como en otras naciones, donde estas materias se plebliscitan, como el propio Brexit de Gran Bretaña, debieran ser sometidas a consulta pública vinculante. E, incluso, que se puedan impulsar por parte de la propia ciudadanía como la figura de iniciativa popular de ley” señalaron desde la lista “A PULSO”. “Son materias demasiado importantes para que sean dirimidas sólo por el Congreso, más aún cuando, como en este caso, la movilización en contra ha sido tan masiva que ha logrado retrasar avance en el Parlamento por las dudas que genera”.
Ante esto, A PULSO hicieron un llamado al gobierno a paralizar la tramitación del TPP-11, considerando que el país está ad portas de elaborar una nueva Constitución y más aún por los amarres de la Ley 21.200 de diciembre de 2019 que mediante reforma constitucional dio forma al Plebiscito y la Convención Constitucional y estableció que “el texto de nueva Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”.
“En estos momentos lo que corresponde es una moratoria de suscripción de nuevos tratados” indicó la lista integrada por Deisy Avendaño, Luisa Ludwig, Ilsie Wolf, Cecilio Aguilar, Jorge Contreras y Patricio Segura, que este jueves se inscribió ante el Servicio Electoral de Aysén.
Por último y ante la posibilidad de que de todas formas el trámite siga adelante, emplazaron a los senadores de Aysén Ximena Órdenes y David Sandoval a rechazar el tratado, “que dejaría en una situación muchos más precaria a la región de Aysén al afectar la futura legislación laboral, el acceso y precio de los medicamentos, e incluso la economía familiar campesina”.