PINTURA
Si buceamos un poco en la historia reciente del arte contemporáneo, veremos cómo el hecho de vincular a tres gigantes de la creación plástica del momento no es una propuesta inédita, (véase la brillante idea de Bischofberger en septiembre de 1984), pero sí destacable en cuanto al interés que suscita percibir, como se establecen discursos entre obras de los artistas pertenecientes a distintas etapas, y por supuesto, el gusanillo de la inter-intervención, y su producto resultante.
TRÍPLEX, como acción reveladora en nuestro contexto, y ejercicio no comercial, es una idea original del comisario de arte sevillano Sema D´Acosta, quien, inmerso en el estudio de la figura del maestro Luis Gordillo (Sevilla, 1934) propone, con esta muestra, vivificar el ímpetu renovador del que el artista ha hecho gala durante su carrera de más de sesenta años, a lo largo de la cual, ha estado vinculado en diversas ocasiones a generaciones más jóvenes.
Gordillo es, por tanto, eje y emblema del proyecto, y a él se anexan al mismo nivel, los dos pintores españoles de media carrera con mayor proyección y reconocimiento en la actualidad, Rubén Guerrero (Sevilla,1976), y Miki Leal (Sevilla,1974), que lo admiran y lo disfrutan, a la vez, ofreciéndole al mentor una coyuntura de experimentación, cuyo resultado es una deriva material única, multiplicada por tres.
La exposición, que se ha visto con anterioridad en el Centro Párraga de Murcia, en septiembre de 2019, se muestra ahora en Sevilla, – en la sala Luis Gordillo del espacio Santa Clara del ICAS– con algunos cambios, lo que la convierte en una itinerancia particular, virgen y adaptada.
Pero si debemos hacer hincapié en algo que resulta absolutamente de interés, es en observar, como la obra de los tres artistas están vinculadas en el lenguaje y en la forma a lo largo de los años, en sus distintas etapas, algo que pone de relieve de forma magistral el comisario, con su disposición de las piezas en el espacio.
Esto se muestra a la perfección a través de los discursos que establecen entre sí las obras de pequeño formato de los tres autores, dispuestas, a menudo en la sala de forma dual, facilitándole al espectador la visualización comparativa entre ambas, y permitiéndole sacar conclusiones sensoriales accesibles.
Sin embargo, nos encontramos un tercer y cuarto punto de impacto en el espacio expositivo. Por un parte, las piezas de gran formato de cada autor, contundentes y fieles a cada uno de sus estilos personales, con las representaciones abstractas de Gordillo, la factura ágil y contemporánea en acrílico sobre papel de Leal, y la pintura sesuda y de composición artificiosa de Guerrero, y, por otra parte, los bonus track con que nos sorprende la muestra.
Y con ello, me refiero a la instalación sobre pared con azulejos cerámicos y la escultura – bodegón inspirada en el mundo del tenis, ambas obras de Miki Leal, el retrato sorpresa, del mismo autor, en el que se representa a Luis Gordillo junto a la piscina de su casa,1,2,3..splah (retrato de un amigo) – homenaje al bigger splash de Hockney- con una camiseta con el nombre de la exposición, y, por supuesto, el documental “Tríplex: Sesión final” (al que se puede acceder a través de este enlace https://www.youtube.com/watch?v=OXAwC22AajQ en el que se recogen impresiones intercambiadas por los tres autores sobre las obras cuya ejecución comparten, y de la pintura en general, en una reunión que tuvo lugar en el estudio de Luis Gordillo en Madrid, con el pretexto de finalizar las obras. De hecho, en el mismo, se puede ver como cada uno cierra y firma uno de los tres trípticos compartidos.
No podemos dejar de mencionar, la calidad y el carácter innovador del libro que acompaña a la muestra, cuyo diseño y maquetación homenajea a Carlos Serrano, diseñador de los mejores catálogos de Gordillo y amigo personal del artista. Este se configura como una carpeta con contenido visual y escrito acerca de la exposición, y en general de cada uno de los artistas que la componen. Incluso contiene un desplegable con la obra conjunta realizada para la exposición.
En definitiva, el proyecto se antoja de consideración obligada, no solo por su calidad, ni por la aparente intención de relevo generacional que no es más que eso, una intención, sino porque, además, tiene un carácter fresco que demuestra como Luis Gordillo, tras 60 años de carrera, trabaja en colaboración con dos artistas jóvenes, con tal grado de implicación, a pesar de ser un artista más que consagrado, lo que demuestra su cercanía y constantes ganas de aprender.
Lo más significativo, por tanto, no son las obras en colaboración, sino la experiencia. Implicar a un artista senior, con respeto, cercanía y afecto, involucrándolo en lo que se está haciendo, y de fondo, reafirmar una vez más la importancia que tiene – mejor dicho, sigue teniendo -, la pintura en Sevilla.
Y no queda ahí la cosa, porque Gordillo sigue reafirmándose trabajando a diario. Dice el comisario de la exposición, que las pasiones son imposibles de jubilar, se tenga la edad que se tenga, y por eso, podemos anticipar que pronto tendrá lugar su próxima exposición individual. Será una antológica en el Museo de la Universidad de Navarra que se inaugurará el próximo 3 de febrero. Su título será “Memorandum”, y estará comisariada también, por Sema D´Acosta.
La exposición se podrá visitar hasta el 30 de abril de 2021.
De martes a sábado, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas.
Domingos y festivos, de 10.00 a 14.00 horas.
Lunes cerrado.
Está ubicada en la Sala Luis Gordillo del Espacio Santa Clara
C/ Becas, s/n – Sevilla. Entrada gratuita.